Las peligrosas siestas del Barcelona

Anda intranquilo Luis Enrique, que, en la rueda de prensa previa al enfrentamiento ante el Valencia, dejó caer en un par de ocasiones que no le convence el horario del partido. Los precedentes le dan motivos para preocuparse, ya que la siesta no le sienta demasiado bien al Barcelona. De los 18 puntos que ha dejado escapar esta temporada en la Liga, cinco han volado en encuentros que comenzaban a las cuatro de la tarde.

Debe estar pues más alerta de lo habitual el técnico del Barcelona. Ha disputado en este curso cinco partidos en el citado horario, cosechando tres triunfos (Athletic, Almería y Córdoba), un empate (Getafe) y una derrota (Málaga). No es un balance demasiado alentador para un equipo como el azulgrana.

El partido de Getafe fue un auténtico esperpento por parte del Barça, que completó los peores 90 minutos de la temporada. Y, ante el Málaga, que se llevó los tres puntos del Camp Nou, apenas chutó dos veces entre los tres palos. No están finos los futbolistas barcelonistas jugando a primera hora de la tarde.

Y es que no es cuestión de Luis Enrique, con el Tata Martino la temporada pasada ya ocurrió algo similar. Hasta en seis ocasiones jugó el Barça a las cuatro de la tarde el curso pasado y apenas pudo sumar tres triunfos. Dos derrotas cosecharon los azulgranas, una ante el Valencia, que vuelve a visitar el Camp Nou a la misma hora. Puntos que al final acabaron siendo definitivos para dejar escapar el título, que acabó en manos del Atlético de Madrid. Un serio aviso que ha puesto en alerta al técnico, que ha pedido con vehemencia el apoyo del Camp Nou.

Está obligado el Barcelona a acabar con este gafe particular si quiere tener aspiraciones al título liguero. No será el del Valencia el único partido que disputen los azulgranas a las cuatro de la tarde en las siete jornadas que restan. De los encuentros ya programados, tiene dos más en la agenda en el mismo horario. El primero será la semana que viene en Cornellà, en un derbi más caliente que nunca. Y, el segundo, en el desplazamiento a El Arcángel de Córdoba, dos semanas después.