La hora de la verdad para el Barça

Empieza la cuesta arriba para el Barcelona. Hay que cambiar el plato y confiar en que las piernas respondan. Así lo espera Luis Enrique, ávido ciclista, cuya obsesión por la preparación física ha trasladado a la plantilla azulgrana. Todo con el objetivo de llegar a este punto de la temporada en perfectas condiciones y con las menos lesiones posibles. Porque el Barça afronta ahora dos semanas de competición que marcarán su futuro en esta temporada. Dieciséis días que incluyen cinco partidos de máxima exigencia. Y si quiere sacar buenas notas a final de curso, está obligado a solventarlos con éxito.

Antes de encarar este tramo tan importante, el Barcelona debía superar al Almería en el Camp Nou. Se antojaba tarea fácil, dada la delicada situación del equipo andaluz.

Pero los azulgrana se vieron obligados a tirar de sus excelentes individualidades para sacar el partido adelante, ya que atraviesan un pequeño bache de juego. Y no parece este el mejor panorama para afrontar la cuesta que tiene por delante.

El equipo de Luis Enrique visitará el sábado el Sánchez Pizjuán, una salida que se antoja de lo más complicada. Están los de Emery luchando por grandes objetivos y ganar al Barça supondrá un aliciente como pocos. No tendrá tiempo para respirar el equipo azulgrana, que el miércoles viajará a Paris para disputar la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones ante el siempre competitivo PSG. La vuelta en el Camp Nou se disputará el siguiente martes. Entre ambos enfrentamientos, los azulgranas deben recibir ni más ni menos que al Valencia, el equipo que está disputando con el Atlético la tercera plaza del campeonato. El final de fiesta, una vez finalizada la eliminatoria europea, llegará en Cornellà, donde el Español depositará todas sus esperanzas en estropear la Liga a su máximo rival.

Está claro que el calendario no va a dar ninguna tregua al Barcelona en lo que resta de curso, pero estos cinco partidos van a marcar el devenir de los de Luis Enrique. Si supera con éxito tan exigentes pruebas, no solo encarará el resto de temporada con la confianza por las nubes, sino que dará una estocada muy grande a sus rivales. Todo está en sus manos. Y en los pies de Leo Messi.