Demare no tiene rival en los esprints

En un Giro que sobrevive a duras penas con el coronavirus acechando y una nómina de participantes sin el pedigrí de las grandes citas, el francés Arnaud Demare se pasea cada tarde de esprint. No tiene rival el velocista galo, autor de cuatro victorias, la última en Rimini, la localidad de la costa adriática donde murió el genio Marco Pantani.

«No ha sido fácil, el equipo hace un trabajo gigante, pone un ritmo altísimo, y me dejan con opción a la victoria. Cada día lo hacen mejor », dice Demare, protagonista absoluto del Giro pues solo se llevan once etapas y ha conquistado más de un tercio de ellas.

En una transición hacia el norte con poca historia, porque cualquier fuga tenía pocos visos de prosperar dado el interés del Groupama, Peter Sagan volvió a mostrar que no se da vencido , que siempre está ahí al rebote, aunque quede segundo en la mayoría de los esprints.

Todo lo contrario que el colombiano Fernando Gaviria , velocista de postín y poderosa pegada, que dimite un día detrás de otro. Inicia el esprint, despliega toda la potencia posible en sus piernas y se rinde a 100 metros, incapaz de seguir el tranco de Demare o Sagan.