Cádiz CF

La falta de autocontrol y atención, claves en las cuatro derrotas del Cádiz CF

El líder de Segunda es rocoso y fuerte cuando no cae en dos errores comunes pero subsanables si se trabaja en ellos, algo que Quezada se olvidó en Ponferrada

Alfonso Carbonell

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El líder es de carne y hueso y también se permite la licencia de fallar porque errar es de humanos. Cuatro veces solo ha perdido y cuatro veces que su entrenador ha analizado el motivo de las derrotas. Todo es para mejorar, como no puede ser de otro modo.

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Ayer mismo, rozó la quinta derrota en un partido en el que un despiste pudo costar muy caro después de 90 minutos con el juego controlado y buscando la victoria. Ya le ocurrió en el último encuentro del año 2019 en el que el equipo amarillo fue remontado después de que Salvi diera opción al árbitro a poder equivocarse. El sanluqueño fue expulsado de la misma forma que este pasado sábado lo fue Luismi Quezada a pocos minutos del final.

La expulsión por doble amonestación tiene su explicación pero lo más seguro es que no tenga su perdón. El propio entrenador del Cádiz CF ya comentó en rueda de prensa que no le apeteció hablar con su jugador ya que lo veía demasiado tocado moralmente como para colmo darla la chapa él con algo que el lateral ya sabe que no debe caer ninguna vez más. Es cierto que Quezada recibió una falta antes de perder el balón por la banda, tan cierto como que no debe revolverse para contradecir a dos palmos del asistente ninguna decisión arbitral. Además, ya contaba con una tarjeta y no supo mantener el control, algo que ya le ha pasado a algunos de sus compañeros a lo largo de la presente campaña. Se fue a la calle y el equipo lo sufrió ya que las dos ocasiones que creo la Ponferradina fue por su banda pero gracias a Cifuentes el encuentro acabó en tablas.

Y es que a lo largo de esta primera vuelta, el Cádiz CF ha sido letal en las dos áreas . Su acierto rematador y su contundencia defensiva han sido el secreto de un equipo que ha hecho de la solidez su mejor arma. Sin embargo, también ha habido veces que el líder se ha dejado de ir y eso ha sido aprovechado por sus rivales.

Como todos los equipos, el Cádiz CF también tiene sus puntos débiles . Uno de ellos es la defensa de los balones parados o colgados al área. Es esta sin duda la principal razón que explica la mayoría de las derrotas que ha sumado en la presente Liga. Esa falta de atención en las marcas han sido penalizadas con goles que han supuesto el pago de tres puntos como factura. Indudablemente, si en el fútbol no hubiera errores todos los partidos acabarían con empate a cero, pero eso no es menos cierto que el enfado latente de Cervera que trabaja constantemente para no dar facilidades a los rivales.

Otro factor que tampoco ha sabido manejar el Cádiz CF es su autocontrol para no salirse de partidos por circunstancias que puedan darse a lo largo de los 90 minutos. Y en este apartado puede entrar desde un ambiente hostil, que ya ha dado muestras de saberlo capear, a un árbitro quisquilloso y que decida ciertas jugadas en contra de los amarillos. Y es aquí donde el líder peca de inocente, ingenuo, protestón y finalmente nervioso.

A modo de recuerdo, las cuatro derrotas ligueras se han sucedido por cuestiones que profundizan en las pocas grietas que este Cádiz CF ofrece hasta el momento.

Alcorcón 3 Cádiz CF 0

Al margen de la revolucionaria alineación que sacó Cervera en Santo Domingo (hasta ocho cambios introdujo en su once), lo cierto es que el conjunto gaditano apenas experimentó un cambio notable en su manera de jugar. De hecho, el encuentro estaba medianamente controlado hasta que Garrido se desenchufó un segundo del partido para cometer un inocente penalti en el minuto 45 de partido que dio la ventaja en el marcador al Alcorcón al filo del descanso.

Para colmo de males, a los cinco minutos de la reanudación el árbitro Sagués Oscoz rearbitraba con el VAR un pisotón no intencionado pero por detrás de Bodiger a un contrario que acabó con la expulsión del jugador francés. Sin tiempo para reponerse, el Cádiz CF recibe el segundo gol acto seguido. Descentrado por completo, los de Cervera acabaron con tres hombres menos tras las futuras expulsiones de Espino y Lozano, que, sin ser justas, no supieron gestionar bien su manera de comportarse ante un árbitro que había cogido la matrícula a los de amarillo, que para más inri vieron como el terer gol también le llegaba de penalti. La falta de concentración en el penalti de Garrido y la destemplanza con la que se encaró la segunda mitad llevaron al conjunto gaditano a un callejón sin salida.

Albacete 1 Cádiz CF 0

En la segunda derrota liguera del Cádiz CF no hubo falta de autocontrol pero sí de concentración en un gol que Zozulia marcó en el 93'. Hasta ese momento, manchegos y gaditanos jugaron un partido muy táctico en el que ninguno de los dos concedió ocasiones al contrario hasta que llegó el soberbio cabezazo del ariete ucraniano.

Antes de ese gol, en la primera parte, el Albacete ya había avisado en dos ocasiones por parte de los excadistas Karim Azamoum, que empalmó un balón fuera del área tras un rechace a la salida de un córner y luego Kecojevic cabeceaba tras un saque de esquina al ganarle la partida a la defensa cadista. Como se ve, ambas acciones tras dos balones colgados  al área y mal defendidos por la zaga de Cervera, que vio como se perdía el partido en el descuento después de que Acuña prolongase un balón de cabeza para que centrase su extremo ante las dudas de Espino, que llegó tarde a tapar el centro para Zozulia. El ucraniano remató maravilllosamente bien pero supo incrustarse entre Cala y Fali, siendo este último el que estuvo más pendiente del balón que del jugador dándolo esa ventaja determinante para cabecear solo.

Fuenlabrada 1 Cádiz CF 0

Otro partido muy parecido, aunque con un hándicap más, al de Albacete y otro fallo en la marca de Fali tras un centro lateral en la que el colombiano Jeisson Martínez aprovechaba el hueco para cabecear a gol en la recta final de un partido que el Cádiz CF había sabido controlarlo a pesar de jugar con uno menos desde poco menos que la media hora de partido por expulsión por doble amonestación de Rhyner.

Otra vez Cifuentes, que antes del gol tuvo que ver como el Fuenlabrada tan solo creaba peligro con balones centrados a su área, veía desde la primera fila el despiste de Fali, que en el momento del centro se encontraba solo y sin su marca para satisfacción del rematador colombiano. Antes ya había puesto las cosas negras Rhyner, que aunque fue expulsado de manera discutible por doble amonestación, quizás tuvo que medir mucho más su entrada al saber que ya estaba con una amarilla. En esta ocasión, la victoria del Fuenlabrada se posó sobre los dos puntos débiles del Cádiz CF, su falta de atención en las marcas y su falta de autocontrol en determinados momentos de un partido que acabó, como no podía ser de otro modo, con tangana incluida.

Cádiz CF 2 Numancia 4

Y si la anterior derrota en Fuenlabrada fue un ejemplo de los males que aquejan al líder, la última en casa lo fue más aún porque volvieron a juntarse de manera increíble ambas facetas negativas. Sin duda, la falta de atención fue la nota predominante y la culpable de la remontada numantina. Primero, un saque de esquina pésimamente defendido por la defensa dejaba absolutamente solo en el segundo palo a Derik, que empataba el partido para desesperación de Cifuentes. Minutos después, Salvi se había ido expulsado por pisar a un rival en una jugada rearbitrada por el VAR, estando en los mandos el recordado Sagués Oscoz del arbitraje en Alcorcón.

Sin duda, el enfado en el que cayó el equipo tras la roja directa a Salvi, que previamente se había quejado de un penalti cometido sobre él y no analizado por el VAR, metió en el equipo grandes dosis de desesperación que se transformó en garra tal y como se comprobó sobre el césped. Sin embargo, el equipo se rompió por completo. Además, Espino cometía un penalti absurdo al levantar la pierna demasiado y estando dentro del área pero en una zona sin apenas incidencia. Ya con el 1-2 un alocado Cádiz CF lo intentó por las bravas para orgullo de un entrenador que, eso sí, también manifestó su pesar por lo visto en su equipo. "Incluso perdiendo me gusta que el equipo acabe ordenado y no como un equipo vulgar", dijo el técnico, que también achacó la derrota a los errores cometidos y no al arbitraje porque si a los colegiados "le das la opción a que se equivoquen, se pueden equivocar", dijo en alusión a la expulsión de Salvi o al penalti riguroso de Espino.

Para el final, Cervera dejó una frase dirigida a sus jugadores de cara a estas fechas navideñas de descanso. "Tenemos que recapacitar sobre lo que somos y lo que no somos"

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