Andrés Nocioni, un gigante a la pata coja

“Espero que mi mujer no me deje a los niños esta semana”, bromeaba el pívot argentino, feliz, en plena celebración del equipo. Su segundo título con el Real Madrid ha sido el primero en el que Andrés Nocioni ha sido decisivo para el conjunto blanco, cumpliendo a la perfección el papel para el que el club decidió contratarle tras la marcha de Mirotic.

Pablo Laso desvelaba nada más acabar el partido sus temores en la previa. El tobillo de Nocioni, dañado seriamente durante la semifinal ante el Juventud, era una de sus preocupaciones, que se disiparon de golpe cuando fue a ver al argentino. “¿Estás loco? ¡Cómo no voy a jugar!”, le dijo el pívot, todo corazón. Un ejemplo de compromiso.

Eso es lo que quería el Madrid cuando llamó a su puerta. Sabía que tras el adiós de Mirotic iba a ser imposible fichar un talento parecido, así que optó por comprar carácter y experiencia en las finales. Un hombre capaz de no arrugarse en los momentos importantes, que en la primera ocasión que ha tenido ha demostrado que el Madrid no se ha equivocado con él.

Ante el Barcelona, Nocioni fue un ciclón en defensa. Cuatro tapones, alguno de ellos espectacular, con los que desquició al Barcelona. “ Ha jugado y se ha dejado la vida. Ese es el ejemplo de lo que queremos ser”, señalaba Laso sobre el argentino, duda para enfrentarse al Estrella Roja en Euroliga el próximo jueves.

Además de sus tapones, Nocioni anotó diez puntos y capturó siete rebotes en los 23 minutos que estuvo sobre la cancha. Un gran rendimiento para un jugador que apenas había aparecido en lo que llevamos de temporada, pero que ya ha demostrado porqué vino al Madrid. Tiene dos títulos, pero quiere más. “Esto no es nada. A ver, sí es algo, pero no hay que confiarse”. Palabras aturulladas, para explicar que el objetivo importante es otro. La Euroliga. El título que tiene obsesionado al Real Madrid y su afición desde hace 20 años.