Champions League

El cholismo, eterno debate cuando el Atlético pierde

El futuro de Oblak y Diego Costa, puntos calientes del verano rojiblanco

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Lisboa y Champions se han mezclado para siempre como un cóctel imposible de digerir para el Atlético . El mejor torneo sigue maldito para los rojiblancos, ausentes y primarios en el estadio Alvalade ante el refrescante Leipzig de Kampl y Upamecano. Entre la amargura y la tristeza de una eliminación merecida , el equipo madrileño se encuentra desde hoy de vacaciones. El verano trae a colación un par de nombres que pueden erigirse en puntos calientes del mercado, Oblak y Diego Costa. Aunque como siempre en estos casos de derrota rojiblanco, lo que prima es cuestionar el modelo que Simeone ha impuesto en el equipo desde hace nueve años.

El estilo del Cholo . Hay poco que aclarar porque el debate siempre es el mismo. Se repite una y otra vez cuando el Atlético pega algún patinazo. Si pierde, todo se pone en tela de juicio. Si gana, no hay nada que comentar. El resultado, como las audiencias, marca la tendencia. En realidad, el cholismo siempre ha sido lo mismo: un equipo que trata de mantener la portería a cero por encima de todas las cosas. Estilo de marcado carácter defensivo que tiene dificultades para elaborar juego de ataque. Esto implica que en muchas ocasiones se desperdicia el talento en favor del esfuerzo. Y luego el resultado dicta sentencia: en Liverpool, en octavos de final, el Atlético fue asediado, zarandeado y casi destrozado por el equipo de Klopp, una ocasión detrás de otra. Pero queda para el recuerdo una hazaña de supervivencia con los goles de Marcos Llorente. El Atlético jugó igual de mal entonces que el jueves contra el Leipzig.

Los dueños del club . Miguel Ángel Gil Marín, máximo accionista del club, ha dicho cientos de veces que Simeone se quedará en el Atlético «hasta que él quiera». Con el argentino, la entidad ha encontrado el crecimiento deportivo y económico, presencia anual en la Champions y estabilidad institucional. El juego del equipo no es vistoso con frecuencia, pero el dueño del club lo tiene claro. Simeone es su pilar y, como CEO de una empresa privada que es, le paga el sueldo que considera.

Ofertas por Oblak . Un escalofrío recorre el cuerpo de los atléticos cuando se perfila el nubarrón de un futuro sin Jan Oblak. Portero colosal, compendio de todas las virtudes de un guardameta (agilidad, colocación, reflejos, poderío aéreo, blocaje, jerarquía…), al esloveno de reflexiones tajantes le cuesta mentir. Respecto a una posible salida del Atlético en dirección al Chelsea o la Premier, dijo en el As antes de jugar con el Leipzig: «No es el momento, ya habrá tiempo de hablar de eso». Palabras enigmáticas para un portero de cuatro trofeos Zamora consecutivos que puede superar todos los topes. Su cláusula es de 120 millones de euros.

¿Y Diego Costa? Nadie en el mundo le tiene más fe a Diego Costa que Simeone. Incondicional de su juego aguerrido, el Cholo piensa que si el brasileño está bien, el Atlético puede ganar títulos. Pero Costa (31 años) no está bien, no es el poderoso delantero que era. No ha brillado en ningún momento desde que regresó del Chelsea y Morata tampoco le ha exigido mucho más. Es el segundo salario más alto de la plantilla (8,5 millones por detrás de los 10 de Oblak) y parece inevitable su traspaso este verano a algún destino lejos de la elite, estilo Qatar, China o similares.

Joao Félix . Por ahí encuentra el Cholo uno de los principales puntos de discrepancia con buena parte de la hinchada. La última bronca que se llevó el argentino por parte del Wanda fue al sustituir al portugués en uno de los partidos del comienzo de temporada. El público quiere disfrutar del jugador diferente, de su técnica, visión de juego, claridad para combinar y fácil llegada al área. Joao Félix mejora el fútbol de ataque del Atlético, pero Simeone ya ha advertido más de una vez que al luso «no le llega la gasolina». El hándicap pulmonar o de resistencia física de Joao lo penaliza para jugar en el Atlético, según su técnico. Aquí sí cabe preguntarse entonces el motivo de su fichaje. Un futbolista de toque, aceleración y clase en un equipo pétreo y polémico con el balón en los pies.

La presión . El mantra de Simeone después de la eliminación en la Champions fue este: «Lo dimos todo». Pero en el rastreo de las frases del entrenador queda una que llamó la atención. Cuando se refirió al año diferente, largo, extenuante por la pandemia, Simeone habló del estrés que le genera tener que clasificar todos los años al equipo para la Champions en la Liga. Y usó una expresión muy argentina, «la recontrapresión» por acabar en puestos Champions. Algo de lo que nunca había hablado en esos términos.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación