Nairo Quintana: «Tengo la mentalidad de mi padre. No falló a su familia»

Nairo Quintana (Combita -Colombia-, 25 años) expone una virtud durante la conversación. Fija la mirada cuando escucha la pregunta y al responder. Atiende a la reacción del interlocutor, espera para contestar, replica con frases tajantes, sin rodeos que deriven en una pérdida de tiempo. Un ciclista con gancho y personalidad que ha sacudido las entrañas de un equipo, el Movistar, siempre a la búsqueda de un embajador potente para el Tour. Él lo es. Dos participaciones y dos segundos puestos, siempre a la espalda de Chris Froome. Cree que ha llegado su momento. El próximo julio confía en coronarse como el primer colombiano ganador del Tour. Esta semana habló con ABC en Madrid.

-¿Colombia se ve reflejada en usted?-Eso espero.

Me siento muy orgulloso del apoyo de mi pueblo. Hemos de disfrutar de lo que tenemos, de la potencia del deporte que está orillando otras cosas. Esperamos el Tour para seguir deleitándonos con el ciclismo.

-¿Se siente un símbolo de Latinoamérica?-Sí, claro que sí. Yo vengo de la región que fue libertadora de parte de ese continente. Y siempre nos identificamos como el orgullo de América. Este año cumplimos el bicentenario también. Y me siento representante de toda una región del continente.

-Enlaza ese sentimiento patriótico con el ciclismo, el deporte del pueblo...-Me hace sentir orgulloso porque la gente se siente identificada con este deporte por su sacrificio y por toda su entrega. Asimismo, ellos lo ven con sus trabajos en el día a día. Es un orgullo ser la persona con quien ellos se sienten reflejados.

-¿Qué significado tienen para usted Lucho Herrera o Fabio Parra?-Claro que significan mucho para mí. Cumplieron un papel muy importante de referencia y de admiración en aquella época. Era un ciclismo muy diferente, llegaron de aquella manera al Tour, con peores bicis, con condiciones peores, lograron cosas valiosas y consiguieron el reconocimiento internacional de los escarabajos colombianos.

-¿Tiene relación con ellos?-Alguna vez nos encontramos en un algún acto. Pero la relación no es muy cercana.

-El Mundial de 1995, el de Induráin y Olano, se celebró por la cuesta de su casa. ¿Recuerda algo, queda algo de aquello en su región?-Sí, claro. Tengo algo presente en la memoria, pero apenas tenía cinco años. La gente de la zona me pregunta y me pide que se vuelvan a hacer gestiones para que se realice de nuevo un Mundial en Boyacá.

-¿Lo ve posible?-Los colombianos han sido protagonistas de las carreras que ha habido, seguramente daremos espectáculo y nos haremos notar, por lo que estaría muy bien que el Mundial volviese a Colombia. Pero eso ya depende de la UCI. El país está preparado y no será un problema.

-En la primera carrera del año, el Tour de San Luis, ha compartido podio con su hermano Dayer, el ganador.-Es algo que perseguíamos desde hace tiempo y que me ha proporcionado un gran felicidad. Somos diferentes, a él todavía no lo conocen.

-Los ciclistas suelen rehuir la presión y la responsabilidad. Usted la asume. ¿Tan seguro está de sí mismo?-La seguridad viene del trabajo que se hace. Cuando se hacen las cosas bien, tienes que estar seguro de lo que dices y hablas, y de lo que puedes ser capaz. Yo pienso que mi trabajo lo he hecho bien y que si la suerte nos acompaña y la mala suerte se va de nuestro lado, seguramente se van a dar las cosas.

-¿Esto tiene que ver con la educación de su familia?-Puede ser.

-¿Por qué?-La mentalidad de mi padre siempre fue esa. Un tipo que fue bastante accidentado por la vida. De hecho es un hombre inválido, pero nunca le falló a su familia ni echamos nada en falta.

-Le gusta a usted el campo, como a su padre....-Así es. Me gusta el campo, soy cultivador. Cultivo papas y algo de maíz. Por relax, me gusta el campo, cuando llego a mi finca quiero ver que hay algo, que no esté vacío, me gusta ver la naturaleza y algo floreciente.

-¿Qué aprendió del año pasado en el Tour?-Hemos venido aprendiendo muchas cosas, experiencia, cómo manejar el equipo, conocer bien a los compañeros y poder confiar en ellos en los momentos difíciles. Fallos claro que hubo. Seguramente como en los otros equipos, aunque ganasen. Nadie es infalible. Me quedo con el lado positivo y es que fui segundo después no haber corrido el Tour del año anterior. Ganar el Giro me dio bastante seguridad para darme cuenta de que no estoy equivocado con el sueño del Tour.

-¿Realiza todo su trabajo en función del Tour?-Básicamente sí. Vengo trabajando desde hace tiempo y es nuestro objetivo principal, tanto mío como el equipo. Y esperemos que todo salga bien.

-Ha alcanzado los galones muy pronto en el Movistar...-El equipo me ha dado la confianza, los compañeros también, y eso hace que esté tranquilo. Si el trabajo está bien hecho, si ellos confían, seguramente los resultados vendrán.

-Dijo en la presentación que el Tour era un desvelo para usted.-Claro que es un desvelo. Llevamos ya un par de años buscando la victoria en el Tour y seguimos en la pelea.

-¿Cree que el Movistar se ha reforzado al nivel del Sky?-Nosotros nos hemos reforzado con algunos hombres, los que ya venían siguen madurando y cogiendo experiencia. Yo creo que este Tour vamos a ir bastante bien con el equipo. A Froome ya le hemos visto sus virtudes, pero también alguna de sus dolencias. Seguro que también puede fallar si le exigimos. El equipo sigue trabajando para vencerlo algún día.

-Dijo Merckx hace poco que ve algo viejo a Contador. ¿Qué opina?-Viejo no está. Es muy joven y seguramente seguirá luchando por el Tour y por dar guerra.

-Parece que se deja de lado a Contador en esta pelea. ¿No le parece una temeridad?-Claro. Los que están fuera lo plantean de esa manera, pero yo sé quiénes son mis rivales. Contador está al mismo nivel que Froome. También habrá que ver cómo vienen los Astana, son un grupo de luchadores y les gusta dar batalla. Aru puede ser un gran rival.

-¿Le agrada el recorrido?-Es un poco parecido al de siempre. Me perjudica la contrarreloj larga, pero luego hay bastante montaña que me puede favorecer. El equipo será un mixto, gente preparada para que me cuiden bien en la primera semana y después armas clave para la montaña.