Los majors echan el cierre con un torneo centenario

El golf está viviendo una auténtica fiesta esta semana en San Luis . Esta pequeña ciudad del medio oeste estadounidense tiene una rica herencia española y francesa en su historia y un espiritu de lo más deportivo: acogió los Juegos Olímpicos de 1904 y es la sede de los Cardinals de béisbol, los Rams de fútbol americano, los Blues de hockey y lo fue de los Hawks de la NBA en los años 50. Y ahora, acoge la edición número 100 del PGA Championship , el torneo con mejor plantel de los que forman el Grand Slam .

Cada una de las cuatro citas del los majors de golf tiene su propio interés, pues el Masters es el más exclusivo; el Open USA el más democrático (cada años más de 10.000 jugadores buscan su plaza); el British el más internacional (se juegan previas en los cinco continentes) y el PGA Championship el de mejores jugadores. En principio, esta apreciación puede parecer arriesgada, pero el hecho de dar una plaza automática a los mejores del ránking mundial (este año participan 98 de los 100 primeros ) hace que nos encontremos ante un dato irrefutable. De esta forma,este torneo trata de quitarse el sambenito que le cataloga como el «patito feo» de los grandes, al suponerle un menor valor que a los otros.

En esta ocasión en la que el torneo de los profesionales americanos llega a las cien ediciones, Bellerive se suma a una cita de lo más centenaria. Este club tiene más de un siglo de existencia y aquí Davis Love III cumplirá cien presencias en los torneos mayores. Precisamente el excapitán de la Ryder Cup es uno de los tres antiguos campeones que ya jugaron aquí en el el torneo celebrado en 1992 (junto a John Daly y Vijay Singh ) que tratarán de ganar como séniors (el récord de longevidad en un grande lo consiguió Julius Boros en esta prueba en 1968, cuando se impuso con 48 años). Otras cifras a tener en cuenta son las de los 67 golfistas de 24 países que tratarán de arrebatarle el Trofeo Wanamaker a alguno de los 89 estadounidenses que juegan en casa; los 31 ganadores de grandes que compiten esta semana (con Tiger Woods como gran atractivo) o los cinco que llegan desde España .

Hasta este «Green Monster» de Misuri se han desplazado Sergio García, Jon Rahm, Rafa Cabrera, Jorge Campillo y Adrián Otaegui . El primero ya ha sido subcampeón en dos ocasiones y conoce perfectamente el campeonato, aunque su estado de juego es toda una incógnita; el vasco, que decidió tomarse el lunes libre, se encontró con que el campo estuvo cerrado algunas horas el martes a causa de las tormentas, por lo que afrontará el torneo con un única vuelta de prácticas el miércoles. No obstante, si el recorrido sigue estando lento y receptivo por el agua, sus posibilidades aumentan. El canario, por su lado, sigue peleado con el putter y se está castigando con sesiones interminables de entrenamiento, que en algún momento tendrán que darle resultado. Los tres tienen la Ryder en mente y deben afinar su puesta a punto, pues solo Jon tiene plaza fija, de momento.

Los dos hispanos más jóvenes, sin embargo, hacen su debú profesional en Estados Unidos . Campillo jugará su segundo grande después de su experiencia en Carnoustie y Otaegui se medirá a su primer reto en los puertos de fuera de categoría. Para ambos sería un éxito superar el corte y estar presentes en un fin de semana en el que se esperan altas temperaturas en lo deportivo y lo climático. Una característica de este torneo que cambiará a partir del año que viene: con el cambio de fecha a mayo , el PGA Championship dejará de ser recordado como el torneo donde el termómetro siempre es protagonista.