La jueza del caso Urdaibai, durante la última sesión de la vista oral
La jueza del caso Urdaibai, durante la última sesión de la vista oral - EFE

Absueltos todos los acusados de la supuesta trama de dopaje en Urdaibai

El juzgado de lo penal número 1 de Bilbao no atiende la petición de la Fiscalía, que solicitaba dos años y medio de cárcel

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Las seis personas acusadas de organizar una supuesta trama de dopaje en el club de remo vasco Urdaibai en 2010, para mejorar sus resultados deportivos, incluidos los entonces presidente, entrenador y médico, han sido absueltos por el juzgado de lo penal número 1 de Bilbao, de acuerdo con la sentencia emitida este miércoles y recogida por Efe.

El fallo recuerda que el «ofrecimiento o distribución» de sustancias prohibidas en el ámbito deportivo tiene que representar un «peligro real», «no solo potencial o posible», para la salud del deportista. Además, el autor «tiene que ser consciente de la peligrosidad de la conducta y tener la voluntad de poner en peligro» a la persona a la que son administradas las sutancias.

Ninguna de estas circunstancias es apreciada, sin embargo, por parte del juez, de ahí la sentencia absolutoria.

«El peligro para la vida o salud no se erige en mera posibilidad, debe ser una realidad que se ha de comprobar y demostrar producida», afirma la sentencia. Considera el tribunal que no quedó suficientemente acreditado «ni el efectivo suministro» de los productos a los remeros por parte de los acusados «ni, fundamentalmente, el peligro en la vida o la salud del deportista».

Sí, en cambio, considera probado la sentencia que Urdaibai recibió desde Córdoba envíos de EPO y Aranesp, y que uno de los acusados, el médico Marcos Maynar, realizó varios envíos de paquetes, así como compras de sustancias prohibidas en la práctica deportiva, pero aprecia «contraindicios» que «no permiten tener por acreditado el suministro» por parte del galeno de dichas sutancias al club de remo vasco.

De diez a seis acusados

El juicio se desarrolló entre los días 2 y 6 de este mes y concluyó en la última jornada de la vista oral con la fiscal retirando los cargos a cuatro de los diez acusados en un primer momento: dos farmecéuticas, la esposa del entrenador y el exciclista Antonio Arenas. Así, la Fiscalía mantenía su acusación contra quienes, hacen cinco años, ocupaban los cargos de presidente (Josu Zabalondo), entrenador (José Manuel Francisco) y enfermera (Arantza Ormaza), así como contra el médico Marcos Maynar.

Para todos ellos el Ministerio fiscal solicitaba dos años y medio de cárcel. Para los otros dos acusados, la esposa de Arenas, Teresa Mesa, y el exmédico del club (Borja Garay), se había rebajado la petición de pena a seis meses y un año y medio, respectivamente; en ambos casos, sustituibles por una multa. Para el galeno también se pedía su inhabilitación para ejercer la medicina deportiva. Las defensas habían solicitado la absolución de sus clientes y se habían mostrado muy críticas con las pruebas aportadas por la Fiscalía.

«Todo es rocambolesco. ¿Para qué quieren tantas jeringuillas y mariposas?», se preguntaba la fiscal en su exposición final. «Tenemos unos productos dopantes con indicios importantes de que han sido administrados en el club. ¿Para qué quiere el club esas sustancias?». Se respondía a sí misma que bastaba con utilizar el «sentido común» y apelaba a la juez a ir «hilvanando todos los indicios», que a la luz de la sentencia han resultado insuficientes.

«Nos pinchaban en la vena, la tripa, el culo»

El juicio arrancó fuerte, con la declaración de un testigo protegido, exremero de Urdaibai, quien declaró que el entrenador y la enfermera les administraban «más de ocho jeringuillas» al día. « Nos pinchaban en la vena, en el hombro, en la tripa, en el culo», indicó en su relato. Afirmó que desde el club se les tranquilizaba asegurando que recibían suplementos vitamínicos, y también que a raíz de este «tratamiento» mejoraron sus resultados hasta vencer en la liga y la Bandera de la Concha.

Por otra parte, durante su testimonio, este remero afirmó que tras recibir estas inyecciones se sintió «muy mal, con vómitos, mareos y temblores». Decidió que no volvería a aceptar que le admnistraran las sustancias y así se lo comunicó al club, lo que motivó que fuera apartado.

Al día siguiente, sin embargo, comparecieron una docena de atletas de Urdaibai que contradijeron lo declarado por el testigo protegido. Todos coincidieron en que nunca se les realizaron inyecciones intravenosas, y que las inyecciones de productos «recuperantes» se las efectuaban el médico y la enfermera del club, jamás el entrenador. También quisieron desmontar la afirmación de que las inyecciones habían disparado sus resultados: estos, declararon, habían sido buenos desde el principio de la temporada.

A lo largo de la semana, tras declarar los remeros y los acusados -todos negaron los hechos, aunque Mesa reconoció durante el juicio haber enviado varios paquetes a Urdaibai-, desfilaron por el juzgado expertos y peritos. La declaración más relevante fue la que apuntó que los acusados se comunicaban entre sí utilizando complejos métodos para evitar que se pudiera desentrañar el contenido de sus conversaciones.

Denuncia de Korta

El caso se había iniciado a raíz de la denuncia efectuada por José Luis Korta, entrenador de Kaiku en 2010, a la luz de los resultados que ese año logró Urdaibai, y que motivaron la apertura de la subsiguiente investigación. Korta se personó en la causa como acusación particular.

«Soy una persona honrada en lo personal y en lo laboral. Y aquí se me ha tratado como a un delincuente sin tener en la actualidad ningún antecedente penal. Y he escuchado durante el juicio afirmaciones subjetivas para hacerme daño en personas en las que pensé que esto no podía ser así por la profesión que desempeñan. También he asistido a situaciones que creía que solo veía en películas», afirmaba Maynar, el único que quiso tomar la palabra de los acusados, al concluir el juicio.

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