De Miura a Victorino: así fue el fin de semana más torista del año Covid

Gómez del Pilar cortó una oreja a los de Zahariche y Octavio Chacón logró un trofeo del tercero de la A coronada

Gómez del Pilar, en la corrida de Miura Efe

ABC

Fin de semana torista como broche a la llamada Gira de Reconstrucción de la Tauromaquia. De Miura, corrida a la que Gómez del Pilar cortó una oreja el sábado, a Victorino Martín , ganadería con la que Octavio Chacón logró un trofeo el domingo.

Así, el sábado se lidiaron cuatro toros de Miura , bien presentados. Aplaudido de salida y justito de fuerzas el noble primero; deslucido, soso y sin clase el segundo; e inciertos y tardos, tercero y cuarto, según la crónica de Efe . Este fue el balance: Pepe Moral, silencio tras dos avisos y silencio tras aviso; Gómez del Pilar, oreja y ovación tras aviso.

Pepe Moral , en el primero, se encontró al noble del encierro, al que entendió muy bien en la primera parte de la lidia, alternando ambos pitones con limpieza y emborronando todo el trasteo, al usar, de forma infame, la espada, motivo por el cual escuchó dos avisos.

Con su segundo, solo hay que destacar una serie de naturales, cargando la suerte y sacando la largura de un Miura que, sin entregarse, fue sometido por el de Los Palacios. Tampoco estuvo fino con los aceros. Muerte de bravo del de Zahariche y otro aviso para Moral.

Gómez del Pilar mostró su voluntad, desde el inicio. A sus dos toros los recibió a portagayola. A su primero, brindado al ganadero riojano Carlos Lumbreras, le sacó todo lo que llevaba, poniéndolo todo el de madrileño. Embistió a regañandientes y protestando siempre el de Miura. Noe fue invitado a desistir, pero insistió en su esfuerzo cobrando los mejores pasajes con la mano izquierda. Eficaz estocada que, por sí mismo, ya le valió la oreja.

El que cerró plaza, de condición muy parecida, áspero y bronco, fue superado también por la actitud de Gómez del Pilar, quien no dudó en cruzarse muy al pitón contrario, sacando pasajes de mérito. Un pinchazo y una estocada certera le supusieron la última ovación, escuchando antes un recado del presidente.

Octavio Chacón, en la victorinada Efe

El torero gaditano Octavio Chacón cortó este domingo una oreja en la última corrida de la Gira de la Reconstrucción, celebrada en la plaza de La Ribera de Logroño, un premio que no hace justicia a la importante corrida que lidió Victorino Martín, informa Efe.

Cuatro toros de Victorino Martín , todos aplaudidos de salida y en el arrastre. Noble y fijo el primero; bravo y codicioso el segundo; con gran fijeza el tercero, y noble y fijo el cuarto. Octavio Chacón: ovación tras aviso y oreja. Rubén Pinar: silencio tras aviso y ovación

Chacón se las vio en primer lugar con un toro noble pero gazapón y al que le costaba desplazarse. El gaditano lo entendió muy bien para llevarlo cosido a su muleta a base de temple. Siempre dando el medio pecho, con series con gusto y encaje , sobre todo por el pitón izquierdo, Chacón hilvanó una faena bien estructurada y muy compacta. El pinchazo previo a la estocada le hizo perder premio.

A su segundo, un gran toro , le movió muy bien las manos en el capote para lucir después al animal en la suerte de varas, poniéndolo siempre muy largo. Se empleó metiendo los riñones el de Victorino, que pronto esbozó también lo bien y lo largo que iba a desplazarse. Por el derecho hubo momentos en la faena de mucha enjundia, pero lo mejor llegó al natural, con un toreo que aunó gusto, cadencia y relajo. Estocada eficaz y oreja para el gaditano en una labor muy bien medida.

El primero de Pinar también metió los riñones en la suerte de varas. El de Tobarra brindó al respetable una faena en la que se le vio por debajo de su oponente, que fue un toro de bandera, y con el que Pinar anduvo desdibujado.

En el que cerró plaza, mejoró la nota Pinar pero sin llegar tampoco a las cotas deseadas. Le pudo con el capote al brioso Victorino, con el que, tras dos puyazos, Ángel Otero se vio obligado a saludar tras el tercio de banderillas. Hubo también un prometedor inicio, con una serie larga por abajo, saliéndose hasta los medios. Pinar parecía estar disfrutando, sobre todo por el izquierdo, por donde se relajó aunque sin que las series llegaran a salir lo limpias que debieron. Por el derecho surgió el toreo por abajo, y el toro respondió a la exigencia humillando en cada muletazo que trataba de pegarle el torero, que, tras fallar a espadas, recogió a última ovación de la gira y del casi seguro final temporada en España.

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