Estreno

Ana Torrent, Alicia Borrachero y Jorge Calvo protagonizan ‘Las criadas’ en el Teatro Lope de Vega

Esta versión de la obra de Jean Genet, a cargo de Paco Bezerra y dirigida por Luis Luque, es la revelación en la cartelera de Madrid y llegará a Sevilla el 13 y 14 de marzo

Alicia Borrachero y Ana Torrent protagnizan ‘Las criadas’ Jesús Ugalde

S.C.

Ana Torrent , Alicia Borrachero y Jorge Calvo protagonizan ‘Las criadas’, de Jean Genet , en versión de Paco Bezerra y dirigida por Luis Luque , una función que se estrenó en las Naves del Español (Madrid) con llenos diarios y que se encuentra ahora inmersa en su gira por el territorio nacional. Los días 13 y 14 de marzo estará en el Teatro Lope de Vega , a las 12.00 horas.

Genet escribió ‘Las criadas’ cuando aún estaba en la cárcel. Estrenada en París en 1947, describe el submundo de las sirvientas , en cierto modo un submundo que guardaría paralelismos con el del propio Genet. Aunque en su estreno sufrió la repulsa de gran parte del público y la crítica, pasados los años se ha considerado uno de los textos dramáticos clave del teatro del siglo XX.

Las hermanas Claire (Ana Torrent) y Solange (Alicia Borrachero) son las criadas de una Señora ( Jorge Pardo ) de la alta burguesía francesa. Todas las noches inician una ceremonia perversa, un ritual donde la realidad y la ficción se mezclan en un peligroso juego de cambio de identidades . Claire es la Señora y Solange es Claire. Solange es la Señora y Claire es Solange, las hermanas alternan los papeles constantemente, ninguna existe por sí sola porque son dos rostros de un mismo personaje. La Señora representa para ellas la cima de la pirámide, la luz donde se refleja el deseo de ser otra. Por eso las hermanas se visten, juegan y se convierten en una simulación de ese ser divino que es la Señora. La inquina y la rabia de ser conscientes de su destino de criadas les llevará, de un modo inevitable, a un desenlace fatal.

Según unas notas de Luis Luque, «un día soñé que entraba en una habitación que estaba toda pintada de color blanco, en el sueño no podía salir de la habitación, el blanco lo ocupaba todo, el sueño se tornó en pesadilla. Cuando me desperté pensé que, si hubiera un infierno, ese sería como esa habitación, todo pintado de color blanco. Claire y Solange, nuestros personajes protagonistas en ‘Las criadas’, habitan un lugar que bien podría ser un infierno blanco. Una habitación blanca donde viven las hermanas, una estancia o vestidor, umbral del gabinete de la reina. Lo blanco, lo impoluto, lo liso, lo pulcro se convierte de esta manera en metáfora de la enfermedad del gran burgués. En este espacio escénico despojado de objetos y muebles, las hermanas Claire y Solange imaginan los espejos, las joyas y los fastuosos vestidos de su señora . La luz sofocante ahoga a estas criaturas en una atmosfera de locura sin comienzo y sin fin».

«La elección de Ana Torrent y Alicia Borrachero -continúa el director- no es casual. Con Ana, que ya nos habíamos enamorado y queríamos seguir explorando juntos, encontré a la Claire perfecta, un personaje que quiere ser y suplantar a su señora. De Alicia solo puedo expresar mi agradecimiento y mi admiración. Una fuerza conmovedora y una verdad interpretativa recorren el alma de Alicia para abordar el personaje de Solange. La Señora es Jorge Calvo, la elección de un actor para interpretar a la señora es un claro símbolo para entender el universo de Genet , también así, apuntala el conflicto de la identidad que subyace en toda la obra. ¿Esta señora es así o es un reflejo odioso de sus criadas? Es una pregunta que queda como provocación al público».

Jean Genet, antes que dramaturgo, fue ladrón, adicto a las drogas, chapero, convicto, hijo no deseado de madre prostituta y padre desconocido. «Fui a través del robo hacia una liberación, hacia la luz». Y es que sucedió que, justo en la cárcel , al encontrarse rodeado de vidas miserables, truncadas y sin futuro, Genet experimentó el trascendental deseo de la creación artística escribiendo la pieza que están a punto de presenciar , ‘Las criadas’: un infierno obsesivamente aséptico y esterilizado, en nuestra propuesta, donde la pureza monocromática funciona de antítesis a la extraña rutina de normalidad que pretenden enseñarnos estas dos sirvientas profundamente desgraciadas e infelices. «Yo escribí en prisión. Una vez libre me sentí perdido». ¿Será que la libertad es, realmente, la cárcel más grande de todas las cárceles?

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