Pop

Pony Bravo: «Si analizamos la música andaluza, la remezcla siempre ha estado ahí»

La banda sevillana, que se ha reinventado «Gurú», uno de los discos del año, culmina 2019 con un concierto este viernes en la Sala X

Darío del Moral, Raúl Pérez, Pablo Peña y Daniel Alonso son Pony Bravo Óscar Romero

Jesús Morillo

Est e 2019 que está llegando a su fin ha sido un año importante en la carrera de Pony Bravo , la banda sevillana de mayor proyección en la escena independiente de la última década y que regresa a los escenarios este viernes para ofrecer un concierto en la Sala X en un cartel compartido con Los Voluble .

Porque este 2019 no solo ha visto publicado su cuarto álbum, el extraordinario «Gurú» , seis años después de «De palmas y cacería» (2013), sino, sobre todo, porque ha culminado un proceso de reinvención del grupo, que ha visto renovada su formación y su sonido, que ahonda en la vocación experimental que siempre les ha acompañado.

«El anterior disco funcionó muy bien, nos salieron un montón de bolos y estuvimos tres años en la carretera . Necesitábamos un parón física y mentalmente para coger aire, oxigenar y replantearnos», explica Pablo Peña , instrumentista y uno de lo s dos cantantes del grupo.

En ese proceso han entrelazado la marcha del que ha sido su batería, Javier Rivera , y la entrada de Raúl Pérez , su productor habitual y una referencia en la escena nacional por su estudio La Mina , con la búsqueda de nuevos sonidos que ha caracterizado una discografía que se ha esforzado en que ninguno de sus discos se parezca al anterior.

«Se ha mezcado la búsqueda de nuevos sonidos con, forzosamente, una nueva forma de enfocar las canciones al haberse ido Javier Rivera»

«Se ha mezclado la búsqueda de nuevos sonidos con, forzosamente, una nueva forma de enfocar las canciones, porque al irse Javi había que replantearlo. Con Raúl es diferente, porque no es batería, por lo que hay más cajas de ritmo y la electrónica ha tomado más protagonismo, porque queríamos probarlo desde hace tiempo y por necesidad, una mezcla de las dos cosas», añade Peña.

El resultado es una docena de canciones construidas, primero en el local de la banda con un gran trabajo en las maquetas de Darío del Moral y posteriormente en La Mina, a partir de capas de sonido y anclaje dub, con mayor protagonismo de la a la electrónica y el hip hop, con referencias que van del funk cubista de Talking Heads al pop alucinado de Hype Williams de la década pasada, pasando por paradas en los caminos menos evidentes de la Movida que podrían representar Ciudad Jardín .

Todo ello sin renunciar a unas señas de identidad que siempre han estado allí, de la pulsión kraut rock de Can al rock andaluz y guiños, en esta ocasión, a Las Grecas, y que terminan de configurar un álbum que amplía el territorio de Pony Bravo y que crece en cada escucha.

La decisión del cambio de sonido, señala el también cantante e instrumentista, Daniel Alonso , «ha sido algo involuntario, porque vamos escuchando música nueva, que matiza la rama por la que uno quiere tirar. El proceso de escritura ha sido más intuitivo ». «Cada uno del grupo se contamina del otro y se transforman las cosas. Componemos de forma que ni siquiera nosotros sabemos lo que va a salir», añade Pablo Peña.

Evolución

Lo que permanece desde el principio es esa combinación de sonidos autóctonos y de fuera, de la historia de la música popular y los nuevos enfoques , un planteamiento del que bebe no sólo «Gurú», sino otro de los discos destacados de este 2019 en la escena sevillana, como el «Sombrero roto», de Kiko Veneno , o el debut de Derby Motoreta’s Burrito Kachimba .

«Si analizamos la música andaluza desde el punto de vista de la remezcla , eso siempre ha estado ahí . Charlando con mi hermano - Rubén Alonso , actualmente con el atractivo proyecto Antropoloops - que tiene una biblioteca musical enorme, me contaba que había estado escuchando cosas de artistas sonoros españoles de v anguardia de los años veinte que eran tremendamente parecidos a la música andaluza de hoy», explica Daniel Alonso

«Ese diálogo entre lo aparentemente rancio en contraposición con lo de fuera, esa búsqueda de géneros que fusionar. La rama más moderna, al final, es la más clásica : reinterpretar con otro enfoque las cosas de aquí, de lo que hay muchos ejemplos también en el arte contemporáneo y la literatura . El hecho de que haya más grupos que estén trabajando eso ahora, de Califato 3/4 a Los Voluble, es una prueba de que se pueden hacer muchas cosas», añade.

Pero no sólo en lo musical «Gurú» supone una evolución para los sevillanos, sino también en unas letras en los que la sugerencia se impone ahora sobre la declaración directa, que no esquivan el comentario político y combinan a Jung con «Star Wars» o la ironía, todo recontextualizado desde un punto de vista más sutil, también más maduro.

«Se está alcanzando una independencia total, porque entre comillas todo vende»

«Tras unos años que se han cubierto bastante extensamente de sátira o de crítica hacia afuera, con un pequeño elemento de autocrítica . Ahora ha cobrado más importancia hacerlo como al revés», afirma Daniel Alonso.

«Dani llevaba tiempo escribiendo con ese nuevo enfoque y nosotros queríamos probar cosas nuevas. De este disco decíamos, además, que iba a ser, entre comillas, más serio, menos de humor básico y un poco más sesudo», añade Pablo Peña.

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