En memoria de Vicente Lleó: para quienes fuimos sus alumnos

A quienes fuimos sus alumnos, y más aún, quien siente orgullo por ser discípulo suyo, la desaparición de don Vicente Lleó nos llena de honda tristeza. Las horas de duelo son ocasión para recordarle como profesor de Renacimiento en Italia y de arte Barroco. Auténticas lecciones magistrales, donde cada día demostraba la vocación de un docente serio, estricto, pero accesible. Su abrumador conocimiento, perfectamente maridado con una hábil y perspicaz forma de comunicar, nos movía al compromiso con la excelencia. Durante aquel curso, conseguí un ejemplar de su ‘Nueva Roma’ reeditada por ABC, y logré que me lo firmase. En la dedicatoria: «Para mi alumno, con la esperanza de que este libro le sirva de estímulo para su tesis». Años después, ya licenciado, me presenté en su despacho con aquel libro para pedirle que me dirigiera el doctorado. Sonrió y aceptó. Fue un director riguroso, con un desbordante e inagotable conocimiento de la bibliografía en todos los idiomas. Era conocido y respetado dentro y fuera. Su prestigio internacional era tal, que, durante mi estancia en Roma, o allá donde mostré la carta que me acreditaba como su alumno, toda puerta se abría y muchos problemas desaparecían. Muy celoso de la calidad del trabajo, fue también propicio al crecimiento autónomo. Por todo eso y por lo que no cabe en estas líneas mi profunda, sincera y eterna gratitud.

PEDRO MARTÍNEZ LARA ES PROFESOR DE HISTORIA DEL ARTE DE LA UNIVERSIDAD DESEVILLA