Nueva coreografía
«La Bella Otero», una producción muy sevillana del Ballet Nacional de España
La dirección y coreografía es de Rubén Olmo, la música de Manuel Busto, Alejandro Cruz y Agustín Diassera y la dramaturgia de Gregor Acuña
El director, muy joven, toma la batuta sobre el atril: «Grabando, bloque 28. Da capo» y los músicos cogen los instrumentos. Son jóvenes, muy jóvenes, y a la cabeza de cada familia instrumental, un músico de más edad. Son los intérpretes de la Fundación Baremboin-Said, que están grabando la nueva partitura de «La Bella Otero», la próxima gran producción del Ballet Nacional de España, que dirige el sevillano Rubén Olmo .
«Hace 20 años estaba de gira con la compañía Metros y en un mercadillo vi unas postales coloreadas de una bailarina. Se llamaba la Bella Otero y empecé a investigar. Desde entonces tenía claro que si no era en un ballet nacional, no se podía hacer», confiesa Olmo, quien llegó a la dirección del Ballet el pasado mes de septiembre.
Pero no es el único sevillano en este proyecto que se ha grabado en el estudio de la Cartuja. La música original es de Manuel Busto , músico y director de orquesta de Los Palacios, del también sevillano Alejandro Cruz (Premio Max 2012) y el onubense, Agustín Diassera. Además, y debido al origen gallego de la protagonista, habrá una muñeira obra del músico pontevedrés Rubén Díaz.
«La música es preciosa. Manuel Busto ya ha compuesto para el Ballet Nacional lo que estrenamos en Jerez, ‘Invocación Bolera’ y ‘Jauleña’. Quería que la partitura tuviera aires de la Belle Epoque, pero con formas andaluzas».
Los jóvenes músicos están bajo la coordinación de Pepo Ferrer , viola de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla . «Aquí están los próximos solistas de grandes orquestas», dice sin dudarlo. Junto a ellos, sus profesores, músicos de la Sinfónica como el violinista Vladimir Dmitrienco , el trombón Francisco Blai o Ignacio Martín , percusionista, quien comentaba que «aquí hay mucha energía. Ellos están encantados y motivadísimos. Se trabaja muy bien».
La dramaturgia de esta obra es del actor y director teatral, Gregor Acuña, quien ya tiene experiencia en estas lides pues realizó un cometido similar en la «Carmen», de Johan Inger para la Compañía Nacional de Danza, entre otros proyectos.
Rubén Olmo se ha reservado un papel de carácter, el de «Rasputín» , en una obra en la que saldrán reyes y políticos, el cancán de la Belle Epoque, escenas en el Maxim’s o el Bois de Boulogne de París. «La bella Otero fue un fenómeno en su tiempo, un personaje fascinante y eso reflejará la obra».
Manuel Busto confiesa que hacer esta partitura «ha sido una locura. Esto es un proyecto de dos años y lo hemos hecho en cuatro meses». Son noventa minutos de música, con guitarra española, castañuelas y percusión, además de lo sinfónico. «Cuando hablamos de este tipo de música o nos vamos a Mauricio Sotelo en modo contemporáneo o a Falla y yo quería estar en la mitad . Quería llevar a lo sinfónico lo flamenco y lo español, pero sin que perdiera lo que ambos son».
Alejandro Cruz y Agustín Diassera también participan en la grabación, el primero al piano y el segundo en la percusión. «Yo quería una estética concreta para esta obra, y por eso este trío de músicos es el idóneo», confesaba Rubén Olmo.
La coreografía de «La Bella Otero» comenzará en breve pero el estreno está previsto en el teatro de la Zarzuela en la primavera de 2021 y, probablemente, después llegará a Sevilla, la ciudad donde se comenzó a gestar. Una producción muy sevillana para 2021, año en el que se conmemora el centenario del primer director del Ballet Nacional de España nacido en la capital andaluza: Antonio Ruiz Soler.
