Víctor Coyote: «A veces me he arrepentido de no haber hecho unas oposiciones a profesor de dibujo»

Víctor Coyote es una bendita rareza de la escena musical alternativa española. Ya lo era al frente de su grupo de los 80, Los Coyotes , que partiendo de un rockabilly hipervitaminado y castizo avanzaron hacia la música latina con pasmosa personalidad. Después de la separación del combo a comienzos de los noventa, Víctor inició su propia carrera en solitario. A su ritmo y a su aire, Víctor saca de cuando en cuando discos entusiastas y luminosos, siempre singulares, dinámicos y reconfortantes. Como «Las comarcales», que esta misma noche presenta en directo en Madrid.

Ajeno a las servidumbres de una carrera profesional al uso, Víctor Coyote saca sus discos cuando cree que llega el momento: «Es como mantener amigos. A los amigos los tienes que mantener, porque si no los pierdes. Esto es un poco igual. Además, a mi edad se sacan discos ya cada cuatro o cinco años. Cuando tienes veinte años sacas un disco tras otro, pero a estas alturas incluso la gente que vive de la música saca discos a un ritmo mucho más lento».

Su presencia en directo, sin embargo, es bastante frecuente, como pueden comprobar los aficionados más atentos a la programación de locales especializados y más bien pequeños: «Yo ahora toco mucho más que en la época de la Movida ... cobro menos, pero toco más. En el año 85, cuando salió “Mujer y sentimiento” (el primer álbum de Los Coyotes ), se tocaba bastante, sobre todo en verano, pero Los Coyotes la verdad es que tocábamos bastante poco. Igual tocábamos cuatro o cinco veces entre julio y agosto. Últimamente, en cambio, he tocado mucho, en bares, en sitios pequeños, por todos lados. Yo ahora no tengo mánager ni nada, pero bueno, si vas con ojo te puedes arreglar. Te tienes que hacer tu componenda, ir en tu coche y ese tipo de cosas para que las cuentas salgan más o menos. Te vas un fin de semana y te haces dos o tres bolos, y algunas veces va mejor y otra peor, pero lo vamos sacando adelante».

Razonablemente cómodo en su doble faceta de músico y de ilustrador , Víctor reconoce echar de menos una cierta estabilidad: «Yo nunca he vivido de la música de una forma estable, sino que he vivido más bien de la ilustración, del dibujo y de cosas relacionadas con eso. Me busco la vida y me conformo, pero sí me gustaría una posición un poco más estable. En algunos momentos me he arrepentido mucho de no haber hecho oposiciones a profesor de dibujo, pero bueno, tampoco me quejo».