Las salas de conciertos, en situación desesperada: «¡Exigimos un rescate ya!»

El sector se ve abocado a la ruina mientras ve con envidia las medidas que se toman en Inglaterra, donde se acaban de aumentar las ayudas

Sala El Sol, en Madrid ABC

Nacho Serrano

En Inglaterra, el Gobierno acaba de anunciar que aumenta de 2,25 a 3,6 millones de libras las ayudas a las salas de conciertos . Pero aquí en España, seguimos a verlas venir. «El INAEM sacó una línea de ayudas hace un mes pero no sabemos exactamente qué cantidad tiene presupuestada para las salas, ya que es una bolsa global con muchas lineas y sectores. Estamos esperando con mucha preocupación», dice Javier Olmedo, gerente de La Noche en Vivo , asociación que agrupa a salas madrileñas. En la Comunidad de Madrid se anunció el Plan Aplaude , con una dotación de 1,3 millones, pero tampoco saben nada desde hace semanas: «Las solicitudes están entregadas en el ayuntamiento, pero aún no hay resolución», lamenta Olmedo.

El cierre del ocio nocturno ha gravado aún más la situación, y tal como señalan desde la Plataforma de Salas de Conciertos (PSDC) , «si ya era necesario un plan de contingencia antes de la nueva normalidad, ahora se hace imprescindible un plan de rescate para este sector empresarial que lleva 6 meses cerrado por decreto, sosteniendo sus cargas económicas y con prohibición de trabajar y poder explotar sus negocios».

La PSDC es contundente en sus argumentos: «Más de 5000 familias sin ingresos y sin futuro en la improvisada agenda de autoridades, que decretan sin evaluar las gravísimas consecuencias de sus decisiones , familias afectadas directamente por la clausura de las salas, sin contar los otros miles sin trabajo, de todas las empresas auxiliares del sector musical, periodistas, fotógrafos, revistas de música, diseñadores, informáticos, gestores de redes, alquiler y venta de instrumentos y un largo etcétera. Nuestro sector que representa a 280 salas de conciertos en todo el estado, que ha cumplido todos los requerimientos y normas dictadas por el gobierno, ahora se ve abocado a la ruina tras llevar más de 6 meses cerrados y pagando sus alquileres, hipotecas, suministros, gastos laborales, tasas, impuestos etc».

Un concierto en Razzmatazz, Barcelona ABC

La PSDC denuncia lo que llama «Cronología de una muerte anunciada» en un comunicado, que dice:

«14 de marzo, estado de alarma: procedemos al cierre voluntario de todas las salas de conciertos unos días antes, previo al estado de alarma.

21 de junio, nueva normalidad: abren con aforos ridículos un 10% del parque de salas

14 de agosto: se decreta el cierre de las salas de conciertos.

6 meses pagando alquileres, hipotecas, suministros, tasas, impuestos, sacando personal de los ERTES ante las confusas y contradictorias medidas, que acaban más tarde en restricciones, prohibiciones y más pérdidas económicas y podríamos seguir con la lista de medidas injustificadas y onerosas. ¿Hasta cuándo?»

La PSDC asegura que hay una enorme indignación entre las salas de conciertos, especialmente desde que el 14 de agosto, e l Consejo Interterritorial del sistema de salud pública «decidiera arbitrariamente , sin consultar con el sector, y de la noche a la mañana, que se cierran las salas de conciertos. Una falta de respeto absoluta hacia todos los músicos, técnicos y profesionales del sector».

Desde la declaración del estado de alarma el 14 de marzo, todas las salas de conciertos de España están cerradas. A partir de la vuelta a la llamada «nueva normalidad» el 21 de junio, algunas de ellas reiniciaron su actividad cumpliendo escrupulosamente las reducciones de aforo y las medidas higiénico sanitarias dictadas por las autoridades. «Con esta tímida vuelta a la actividad, se pretendía volver tímidamente a devolver la música a los escenarios y facturar algo para paliar la falta de ingresos y el pago de los gastos fijos durante dos meses y medio. En estas condiciones, las pocas salas que reiniciaron la actividad confirmaron que esas condiciones hacen absolutamente insostenible la actividad ». denuncia la PSDC. «Las salas de conciertos son espacios culturales seguros, que cumpliendo con las medidas, no lo son menos que cualquier establecimiento de hostelería. Además, en las salas de conciertos la trazabilidad está garantizada ya que cualquier persona que compre una entrada está identificada con sus datos de contacto.

La PSDC señala también algo evidente, que podría costar muy caro al panorama musical nacional. « Las salas de conciertos son el eslabón imprescindible para el desarrollo de los artistas y todas las grandes figuras que llenan los grandes recintos y festivales iniciaron su carrera en las salas de conciertos. Si las salas de conciertos desaparecen, se castra al joven talento emergente y desaparece la diversidad cultural».

Por todo ello, la PSDC opina que «no puede decretarse la prohibición de apertura de los espacios, donde se programa música en vivo, sin anunciar paralelamente las medidas económicas que se adoptarán para que éstos no desaparezcan. Cómo ya está ocurriendo con algunas salas que han anunciado su cierre definitivo. ¡Exigimos un plan de rescate ya! ».

La plataforma asegura que «estamos ante una situación que puede ser irreversible. ¿Qué empresa puede mantener sus gastos sin poder trabajar?».

La Riviera, en Madrid ABC

Ya han cerrado para siempre Casa Patas de Madrid y la sala Opal de Castellón, «esta última por no conseguir negociar con la propiedad una bajada de alquiler», informan desde la plataforma. « En todas las Comunicades Autónomas la situación de prohibición es la misma . Salvo en Barcelona dónde está en activo el programa Barcelona Sala con un ciclo de conciertos en el Patio de Armas del Castillo de Montjuic, al aire libre. Los fondos recaudados se destinarán a salas de Cataluña en peligro de cierre. Estos conciertos son al aire libre».

El siguiente paso de la Plataforma será enviar «una carta abierta al Ministro de Sanidad y al de Cultura , que está desaparecido, pidiendo que hagan distinción entre ocio nocturno y salas de conciertos, que cumplen con todos los protocolos de seguridad. Y si hay que sancionar a alguien, que se sancione a quien no las respete».

Para esta asociación, « el grave problema en España es que no existe una licencia de actividad específica de sala de conciertos, y para ejercer la actividad, hay que acogerse a un abanico de licencias vinculadas a la hostelería. (discoteca, sala de fiestas, café Teatro, bar musical, café concierto... También, al no existir ayudas públicas (2% en España y hasta 60% en Europa), las salas necesitan de la actividad hostelera para financiar la actividad de música en directo que de por sí no es rentable». En su opinión, el Gobierno «debería rectificar y dejar a las pocas salas (10%) que reiniciaron su actividad, para que al menos tengan los mismos horarios que los bares».

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