David Rees, el arte de empezar una carrera musical en plena pandemia

El joven artista malagueño fichado por Warner Music debuta con «Amarillo», y actuará en el festival Granada Alive el 17 de julio

David Rees ABC

Nacho Serrano

La nueva gran promesa de Warner Music para la escena pop nacional es David Rees , un malagueño veinteañero con cierto airecillo a Sheldon Cooper y un fino talento para la canción optimista y soleada, redondita y adictiva, como a medio camino entre Maldita Nerea y Carlos Sadness. Ha estado lanzando varios singles de considerable éxito y uno que ha pegado un pelotazo increíble: «De ellos aprendí», una canción compuesta con frases míticas de personajes de dibujos animados que ya ha superado los, atención, 135 millones de reproducciones en YouTube. Acaba de lanzar un primer disco basado mayormente en el ukelele, «Amarillo» , tras cinco años de duro trabajo en los que ha pasado por todo tipo de emociones, tal como él mismo cuenta en el vídeo introductorio que ha hecho al estilo «Subterranean Homesick Blues», y que ha titulado «El mensaje más importante de mi vida».

¿Es David o «Deivid»?

David... bueno, como quieras, porque en el pueblo me llaman «Deivid».

¿Emocionado por su ingreso oficial en la industria de la música?

Sí, bastante. Han sido varios años de curro, y ahora con el disco todo se hace realidad. En realidad llevo haciendo música toda mi vida, pero en plan profesional, con un objetivo claro, llevo cuatro o cinco.

¿Cómo se le ocurrió lo de presentarse con ese vídeo?

Mi carrera ha nacido en las redes, con los vídeos, y no quería que mi anuncio fuese lo típico. Se me ocurrió esta idea para contar todo lo que me ha pasado hasta ahora.

¿Su amor tempranero por la música tiene influencia paterna o materna?

Mi padre y mi madre tocan instrumentos, y entonces yo creo que sí. Cuando vieron que me gustaba la música me apuntaron a clases desde muy pequeño. Algún deporte practiqué de niño, pero enseguida me di cuenta de que no valía para ninguno. Lo que me gustaba era la música.

¿Qué letristas le han inspirado en su formación?

Siempre he escuchado mucha música en inglés, y creo que el que antes y más fuerte me impactó fue Ed Sheeran. Ahora que escribo en español, me he dado cuenta de que de adolescente me marcó mucho Maldita Nerea, y también Pereza. Años más tarde conocí a Jorge Ruiz, el cantante de Maldita Nerea, y me sorprendió mucho que había estudiado Psicología, como yo.

¿Fue a través de sus productores verdad? Usted ganó un concurso en 2015, y el premio era grabar con ellos.

Eso es. Después, una vez que Maldita Nerea tocaban en La Riviera fui al concierto, y al terminar me llevaron a conocerle al camerino. Fue un momento bastante mágico para mí, porque hacía unos años que mi reto era conseguir hacer algo como él.

Imagino que se habrá preguntado cómo ha tenido tanta mala suerte de ver coincidir el lanzamiento de su carrera con una pandemia planetaria.

Sí... pero soy muy optimista y soy capaz de ver el lado positivo. Lo que pienso es que si no puedo dar conciertos, lo que haré será componer y grabar mucha música, e intentar que me siga conociendo cada vez más gente. No creo que sea la peor de las noticias para mi carrera musical.

Su disco, muy luminoso, sí que va bien para la desescalada.

Total, cien por cien. Es un disco muy luminoso y muy divertido.

Sin embargo, la primera canción que lanzó era muy dura.

Sí, «Transparente» fue una canción súper depresiva. Hablaba de aprender a buscar ayuda. Me costó mucho expresar todo eso. Pero está guay ver cómo ha sido el proceso de cambio. Ahora miro atrás y alucino de ver dónde llegué a estar.

¿No ha habido coletazos depresivos después?

Bueno... No me permitiría volver a estar donde estuve, pero bajones he tenido, creo que como todos. No voy a recaer de esa forma.

En 2018 dijo que no a una discográfica que quería ficharle, para moldear su estilo. ¿Qué querían cambiar exactamente de usted?

Me describieron como una de mis canciones, «Diamante». Decían que era un diamante a pulir, y yo no quería eso, no quería que me convirtieran en otra cosa. No tenía sentido por el recorrido que yo ya tenía. Al final y al cabo, con mi propia visión había conseguido una audiencia. Si de pronto hubiera cambiado, esa audiencia seguramente no iba a seguir ahí. Querían que tuviera una fórmula para repetirla constantemente. Ahora la gente es más crítica, más consciente de esas cosas, y yo no veía sentido a darle las riendas de mi carrera a esas personas. En realidad, como no les dejé manipularme, no sé exactamente qué hubieran cambiado. Pero seguramente mi imagen, mis canciones, elegirían cuándo y dónde debía hablar o no hablar...

¿Nunca valoró entrar en un concurso de talentos de televisión?

En realidad no mucho, porque yo no los veía mucho. En mi casa casi no se ponía la televisión. Luego vi que era bastante guay, porque dan formación, clases... y me arrepentí un poco. Pero ahora me daría rabia si me presentase a uno y se me conociese más por el concurso que por lo que he hecho hasta ahora.

«Abejas» es su canción más «urbana». ¿Qué relación tiene con esa escena?

Pues es que en realidad lo que más me gusta es el rap. Así que haré más cosas así, aunque no sea rapero. Las bases del rap me encantan.

El éxito que ha alcanzado «De ellos aprendí», ¿le dejó muy descolocado?

Fue una sorpresa absoluta. Es una locura. Tenía la sensación de que la canción y el vídeo iban a gustar, porque toca un tema emocional como es la infancia... pero nunca se sabe. La subí a YouTube como cualquier otra, y las primeras veinticuatro horas fueron más o menos normales. Pero después empezó a crecer, a viralizarse...

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