Andy McCluskey y Paul Humphreys, ayer en Barcelona
Andy McCluskey y Paul Humphreys, ayer en Barcelona - efe

OMD:«La música ya no es tan especial, ha perdido valor»

Los autores de «Enola Gay» abrieron anoche la XV edición del Primavera Sound

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Además de haber sobrevivido a los ochenta amarrados a ese imponente bote salvavidas que fue «Enola Gay», los británicos Orchestral Manouvres In The Dark (OMD) pueden presumir de otro hito prácticamente inalcanzable: ser una de las bandas que con más frecuencia suena en los altavoces de la ciudad de Barcelona. ¿La razón? Simple: su «Electricity», canción con la que despidieron anoche la jornada inaugural del Primavera Sound, puede escucharse varias veces al día en el metro de la ciudad para introducir el mensaje que invita a cuidarse muy mucho de los carteristas. «Tendremos que empezar a hablar de royalties», bromeaba ayer Andy McCluskey, fundador de la banda junto a Paul Humphreys, momentos antes de darse un nuevo atracón de himnos sintéticos y memoria histórica en el Parc del Fòrum.

Una cita con el pasado prologada por las actuaciones de Christina Rosenvinge, Cinemara y Albert Hammond Jr., con la que los de Liverpool buscaban reivindicarse como pioneros a su manera. «El rock and roll nació con la guitarra eléctrica; nosotros tuvimos los sintetizadores. Es muy difícil hacer algo realmente nuevo y nosotros tuvimos la suerte de vivir un momento en el que empezaba algo de verdad», apuntó Humphreys sobre los orígenes de una banda que, bisagra entre Kraftwerk y Depeche Mode, se estrenó en 1980 con un debut homónimo y salió de órbita sólo un año después con «Architecture & Morality». «Para nuestra generación, la música lo era todo. Tu identidad se construía a partir de la música. Ahora, en cambio, hay muchas otras cosas, y ya no es tan especial. Ha perdido valor. Nosotros no teníamos nada más. Sólo la música y algunos videojuegos», explicó Humphreys. Quizá por eso les duele especialmente la pérdida de valor que ha supuesto para la música la llegada de ciertas tecnologías. «La música no es percibida como un valor: ahora se escucha en dispositivos de MP3 con un sonido horrible. Se infravalora, ya que de otro modo las empresas tecnológicas no se atreverían a ofrecer ese sonido tan malo», lamentó Humphreys antes de disculparse por no poder interpretar en directo «Genetic Engineering», uno de sus éxitos en España que, sin embargo, no han tenido tiempo de ensayar con el nuevo batería que les acompaña en directo.

El caso es que, con su identidad grabada a fuego en una discografía que, pese a parones y refundaciones, aún entregó hace dos años un nuevo trabajo titulado «English Electric», los ingleses siguen empeñados en dar con grandes y memorables canciones. «Es algo peligroso cuando tienes cincuenta años, ya que corres el riesgo de que te salga mal, pero aún así nos seguimos desafiando a hacerlas», explicó McCluskey. Anoche, sin embargo, la receta fue algo más conservadora: un hit detrás de otro. «Es la opción más segura para un festival. Nada de arte, sólo pop», bromeó McCluskey.

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