Libro

Daniel Entrialgo recupera el enigma del cosmonauta borrado de la historia

El periodista afincado en Cádiz arma en ‘La tumba del cosmonauta’ una novela histórica en torno a la extraña desaparición del primer candidato a liderar la carrera espacial

Daniel Entrialgo fija su mirada en Grigori Nelyubov, condenado al olvido por la Unión Soviética DIEGO LAFUENTE

Miren Landeta

Daniel Entrialgo estrena libro, ‘La tumba del cosmonauta ’, una novela ambientada en la ‘Guerra Fría’, cuando la carrera espacial constituyó uno de los ejes principales de rivalidad cultural y tecnológica entre la Unión Soviética y los Estados Unidos. Un relato histórico que hace retroceder al lector al siglo pasado pero que entronca con la actualidad porque el presente hunde sus cimientos en el pasado. Ahora tratamos de conquistar Marte cuando hace medio siglo soñábamos con la Luna.

El escritor nacido en Vitoria pero afincado entre Cádiz y Madrid atiende a LA VOZ unos días antes de desplazarse, «si las autoridades finalmente lo permiten», a la capital gaditana donde reconoce que pasa grandes temporadas. Un entorno que conoce bien a fondo pues su residencia y su devoción por la localidad son testimonio de ello. En su anterior libro, ‘Campeones de medianoche’, reflexionaba sobre «estrellas estrelladas» del deporte. Mágico González era una de ellas. Para Entrialgo, el astro salvadoreño tuvo la suerte de caer «en la mejor esquina del planeta» para desplegar toda su filosofía vital. En esta ocasión Entrialgo enfoca su mirada en la vida de Grigori Nelyubov, un capitán y piloto de la Fuerza Aérea Soviética que casi alcanzó las estrellas pero que acabó condenado al olvido. El periodista cuenta que su interés por la vida de Grigori Nelyubov surgió de forma casi accidental pues durante años fue silencia y tratada como un secreto de Estado. Por eso, cuando su cadáver apareció junto a unas vías del tren en Kremovo, en la zona de Vladivostok, nada hacía sospechar que aquél cuerpo inerte fuera de una de las figuras más desconocidas de la carrera espacial: el cosmonauta que pudo ser el primero en viajar al espacio. «No podía dejar escapar aquella historia» que tenía todos los ingredientes para componer un thriller apasionante. Así se fue gestando ‘La tumba del cosmonauta’ (Espasa), una novela basada en hechos reales que recupera la figura de Grigori Nelyubov, compañero de Yuri Gagarin y uno de los favoritos para participar en el programa Vostok 1, la primera misión tripulada.

Poder y relato histórico son buenos compañeros de viaje porque las crónicas siempre suelen favorecer al vencedor y arrinconan los hechos que considera menos convenientes. ‘La tumba del cosmonauta’ desentierra un pasado oscuro y olvidado conscientemente para construir una novela fascinante que, además, cuenta con un exhaustivo trabajo de documentación . «La historia se empeña siempre en superar a la ficción», comenta Entrialgo. Hace un año, nadie podía intuir el cambio radical que experimentaría el mundo con la llegada del coronavirus. Las vicisitudes que atraviesa la humanidad harían enmudecer el guion de cualquier película de ficción: un virus mortal comienza a propagarse por todo el mundo, las muertes y los enfermos de multiplican, los hospitales se saturan, llega el confinamiento de ciudades y países, desabastecimiento en los supermercados, lucha entre gobiernos por lograr una vacuna...

Sputnik

Portada del libro

El 11 de agosto de 2020 Rusia registró la primera vacuna contra la Covid-19, un hito mundial por los plazos, la complejidad de la investigación, la transcendencia sanitaria y la repercusión histórica. La llamó Sputnik V. 63 años antes, el 4 de octubre de 1957 y en el contexto de ‘Guerra fría', la Unión Soviética lanzó con éxito al espacio el primer satélite artificial de la historia . Era el Sputnik 1. «Se nos olvida, pero durante los primeros años de la carrera especial, la URSS era la superpotencia que tenía la primacía. En 1961 logró mandar al espacio a Yuri Gagarin, el primer cosmonauta del mundo. Era la primera vez en la historia que un ser humano salía de la Tierra », recalca con entusiasmo el escritor. Con la gesta de este cosmonauta se evidencia también «la obsesión por el secreto en el régimen soviético. Hoy en día, aún queda un poso de esta filosofía y se ha evidenciado en el tratamiento de la información relativa a la vacuna», reflexiona.

El Sputnik fue un « golpe propagandístico increíble » que marcó el inicio de la carrera espacial y que se convirtió en un icono del futuro y de la tecnología. «Los Estados Unidos se sintieron humillados tecnológicamente porque los soviéticos demostraron que podían competir con ellos. Tuvo un impacto a nivel mundial, apareció en periódicos y revistas. Personas de todos los puntos del globo se compraban telescopios que orientaban hacia el cielo para ver pasar el satélite, aunque no entendían muy bien cómo funcionaba ni cómo era posible aquello. Por ello, la palabra Sputnik tiene un aura casi mitológica y no es casual, tiene una connotación propagandística y publicitaria importante. Aún se puede palpar cierta rivalidad y recelo entre Oriente y Occidente », indica Entrialgo. La vacuna que viene de Rusia la vemos como algo misterioso y la examinamos con suspicacia frente a las vacunas que proceden de Estados Unidos o de Inglaterra, en parte, porque existe una reticencia hacia el mundo exsoviético. Cuando se lanzó el Sputnik sucedía algo parecido ya que se pensaba que eran una sociedad atrasada, de campesinos . Sin embargo, tenían un nivel científico muy elevado y con un desarrollo tan avanzado en ingeniería aeroespacial como para ser capaces de lanzar un satélite y más tarde un hombre al espacio. Aún hoy, todo lo que procede de la órbita rusa tiene un halo de misterio».

El cosmonauta Grigori Nelyubov fue eliminado de multitud de fotografía y documentos oficiales

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