China silencia a Vargas Llosa por sus comentarios sobre la gestión del coronavirus

Desaparecen de la venta por internet los libros del Nobel tras escribir que la pandemia no habría ocurrido si China fuera “un país libre y democrático y no la dictadura que es”

El escritor Mario Vargas Llosa, fotografiado en su domicilio madrileño MAYA BALANYÀ
Pablo M. Díez

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Como la realidad supera siempre a la ficción, en China hay un émulo del orwelliano Ministerio de la Verdad encargado de “borrar” la Historia. Se trata del Departamento de Propaganda , que ha blanqueado las atrocidades de Mao, eliminado la masacre de Tiananmen de los libros y ya se ha puesto a reescribir la versión oficial del coronavirus . Aunque esta pandemia que azota a todo el planeta estalló en enero en la ciudad china de Wuhan, donde los primeros casos se detectaron oficialmente en diciembre, Pekín ya está cuestionando que se originara allí.

Empezó hace unas semanas su máximo responsable en la lucha contra la epidemia, el prestigioso doctor Zhong Nanshan , dejando caer que podía haberse originado en otro país. Y ahora están siguiendo sus diplomáticos, como el incendiario portavoz de Exteriores Zhao Lijian, dando pábulo a una teoría de la conspiración que culpa a Estados Unidos del coronavirus .

Su “neolenguaje” está llegando a tal extremo que la Embajada en Perú no ha dudado en saltar contra el Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa por decir “ese virus procedente de China” en una tribuna de opinión publicada el domingo por “El País” y “La República”, periódico del país andino. “Últimamente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) expresó que no se ha logrado identificar claramente el origen de (la enfermedad) Covid-19 hasta el momento. Por este motivo, se deben evitar las expresiones discriminativas y difamatorias relacionadas con cierto país o región. En base a eso, consideramos que la expresión ˝ese virus procedente de China˝ es inexacta”, critica la Embajada en un comunicado difundido en Twitter . Además de recordar que la epidemia en China está ya casi controlada, llama al escritor “irresponsable” y le acusa de “falta de conocimiento y profundo prejuicio”, queja habitual del régimen contra los extranjeros que le cantan sus vergüenzas.

Recordando las reprimendas a los doctores que alertaron de la enfermedad, Vargas Llosa se muestra muy duro en su columna: “Nadie parece advertir que nada de esto podría estar ocurriendo en el mundo si China Popular fuera un país libre y democrático y no la dictadura que es. Por lo menos un médico prestigioso, y acaso fueran varios, detectó este virus con anticipación y, en vez de tomar las medidas correspondientes, el Gobierno intentó ocultar la noticia, y silenció esa voz o esas voces sensatas y trató de impedir que la noticia se difundiera, como hacen todas las dictaduras. Así, como en Chernóbil , se perdió mucho tiempo en encontrar una vacuna”.

Sin mencionar el trágico episodio de Li Wenliang , el médico obligado a retractarse por la Policía que luego falleció víctima del coronavirus, la declaración de la Embajada sostiene que “no tiene sentido echarse la culpa el uno al otro, ni criticar a los sistemas políticos que son diferentes , porque no ayuda a solucionar los problemas”. En su artículo, el autor de “La ciudad y los perros” y “La fiesta del chivo” aseguraba que “el verdadero progreso está lisiado siempre que no vaya acompañado de la libertad” y negaba que el mercado libre con una dictadura política fuera un buen modelo para el Tercer Mundo. Una acusación que la Embajada responde diciendo que “cada país tiene pleno derecho a elegir el camino de desarrollo que corresponda a sus necesidades”.

Silencio

La discusión no se ha quedado en un mero debate ideológico y, como suele hacer el régimen con las voces críticas , ya está silenciando a Vargas Llosa , “borrándolo” de la Historia aunque sea temporalmente. Sus libros ya no se encuentran en los portales de venta en internet, donde solo Taobao, operado por particulares, ofrece algunas de sus obras, en ocasiones de segunda mano. Toda una pérdida para los seguidores chinos del autor de “Conversación en la Catedral” y “La guerra del fin del mundo”, uno de los intelectuales contemporáneos más combativos por la democracia .

En 2011, tras recibir el Nobel de Literatura el año anterior, Vargas Llosa fue nombrado profesor de honor de la Universidad de Estudios Internacionales de Shanghái y se reunió en Pekín con los más reputados escritores chinos. Entre ellos destacaba Mo Yan , quien ganaría el Nobel al año siguiente. Pero la sombra que planeó sobre su encuentro fue la del disidente Liu Xiaobo , que había sido galardonado meses antes con el Nobel de la Paz mientras estaba en la cárcel por pedir democracia y falleció en 2017 de un cáncer fulminante. En esa ocasión, Vargas Llosa fue más comedido y, para no traer problemas a sus anfitriones, declaró que “en China hay una dictadura de partido único, pero el crecimiento económico ha creado muchos avances y hay más libertad porque hay más progreso”. Y pudo seguir vendiendo sus libros en el mayor mercado del mundo pese a su régimen autoritario . Pero, como él mismo escribe en este artículo que tanto ha disgustado a Pekín, “lo ocurrido con el coronavirus debería abrir los ojos de los ciegos”.

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