LIBROS

Ayn Rand en el «paraíso» comunista

Se recupera la primera novela de la autora de «El manantial» , certero retrato, con trasfondo autobiográfico, del «asalto al cielo» de los bolcheviques

Ayn Rand abandonó la URSS y se nacionalizó norteamericana
Carmen R. Santos

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Ayn Rand (San Petersburgo, 1905-Nueva York, 1982), estudió Filosofía e Historia en la Universidad de su ciudad natal, así como cursos en el Instituto Estatal de Artes Cinematográficas, pero tenía muy claro que, tras la toma del poder por los bolcheviques, debía marcharse de la Unión Soviética . Gran admiradora del cine norteamericano, emigra a Estados Unidos, donde llega en 1926. Rand utilizó la estratagema de decir a las autoridades de su país que iba a realizar una visita corta a familiares, aunque su intención era no regresar jamás a la URSS.

A la búsqueda de cualquier trabajo, recala en Hollywood y entra en contacto con Cecil B. de Mille , quien le ofreció colaboraciones como extra, cometido que alterna con la elaboración de guiones. Escribe una novedosa pieza teatral, La noche del 16 de enero , en la que el público tiene una participación activa, y en 1936 publica Los que vivimos , su primera novela, a la que seguirán Himno , El manantial -llevada a la gran pantalla por King Vidor-, y La rebelión de Atlas , junto a varios ensayos en los que explica su filosofía, el Objetivismo , desplegada también en su narrativa.

Contra los totalitarismos

Así, ya se aprecia en Los que vivimos , obra que hoy podríamos considerar de autoficción. En su prólogo, apunta la propia Rand: «Es lo más cercano a una autobiografía, no en el sentido literal, sino intelectual. La trama es ficticia; el trasfondo, no». La novela la protagoniza Kira Argúnova, estudiante de Ingeniería, y cuenta cómo el comunismo promete el «paraíso» pero instaura algo bien distinto, quedando palmario que no solo su puesta en práctica es negativa, también lo son sus «ideales», con ese dominio absoluto del Estado, que controlan unos pocos.

Los que vivimos denuncia el régimen soviético, pero va más allá, pues ataca todo tipo de totalitarismos: «Es una novela sobre el Hombre contra el Estado», como bien apunta la autora. Y lo hace no en una simplista novela de tesis, aunque lo que pretende es manifiesto, sino en un intenso relato de carácter épico , que no desatiende el armazón narrativo, la construcción de personajes -Kira, Leo, Andrei...-, o momentos especialmente logrados que ponen de relieve el cariz del sistema, como, entre otros, el kafkiano episodio en que Leo, de quien Kira está enamorada, represaliado por ser un «burgués», quiere ejercer su profesión de profesor y un camarada le explica que solo podrá si está afiliado al Sindicato de Pedagogos, lo que únicamente resulta posible si está trabajando.

Se ha tratado de deslegitimar a Ayn Rand con la etiqueta de inspiradora de movimientos tildados de reaccionarios. Cierto es que, sobre todo, el republicanismo norteamericano y los ultraliberales la tienen en gran estima. Pero la insistencia de Rand en que el esfuerzo personal, la libertad y la responsabilidad individual son consustanciales al hombre no se debe perder.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación