ENTREVISTA

Philippe de Montebello: «En la cultura no existen fronteras. Son el resultado de la política y las guerras»

Atesora una larguísima experiencia en el mundo del arte y de la gestión de museos. Desde hace unos años, tiene la responsabilidad de modernizar la Hispanic Society, que cobija uno de los mayores legados de arte hispano

Philippe de Montebello, durante la entrevista celebrada en Madrid Ignacio Gil

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Philippe de Montebello tiene 84 años y no se puede decir que se mueva con mucha agilidad -pide disculpas por ello- aunque no para ni un minuto y se muestra amable ante las sugerencias del fotógrafo que le retrata . Una cosa es el cuerpo y otra, la mente: su lucidez no entiende de años ni de lenguas. Además de francés e inglés, se maneja a la perfección en español , alemán y ruso. Su nombre y su apellido, tan sonoros, delatan ese cosmopolitismo -nació en París en 1936 en el seno de una familia aristócrata- y su carrera se ha desarrollado en medio mundo. Fue director del Metropolitan de Nueva York durante treinta años y en la actualidad es miembro del Consejo del Museo de Orsay de París, miembro honorario del Patronato del Museo del Prado, miembro de la Academia de Bellas Artes de Francia, profesor de Historia y Cultura de los Museos en la Universidad de Nueva York y -lo que le acerca más a nosotros, a nuestra historia- presidente del Patronato de la Hispanic Society Museum and Library de Nueva York. Una vez más ha cruzado el charco para recoger un premio relacionado con esta institución. Hace unos años, en 2017, recibió el Princesa de Asturias de Cooperación Internacional y esta semana ha recogido el Premio Iberoamericano de Mecenazgo de la Fundación Callia junto a Esther Koplowitz.

Como ustedes habrán podido deducir, esta charla se desarrolla en español y tan solo, de vez en cuando, Montebello busca la reafirmación en inglés de algún concepto que quiere matizar. Ante esas dudas del idioma, entra al quite una asistente personal que le acompaña en este viaje y que antes de la entrevista, mientras esperamos a que él llegue, me comenta que estudia Historia Medieval allá en los Estados Unidos. Le confieso mi sorpresa por esta elección académica con los tiempos que corren, y me reconfirma que la Hispanic Society es un lujo de lugar , de institución, en el que testar la Historia de España y su legado. De esto y del estado actual de la cultura, y de los museos y hasta del coronavirus... de todo se puede hablar con Philippe de Montebello.

Primero, quería felicitarle por este nuevo reconocimiento que recibe en España y preguntarle qué le animó en su momento a tomar las riendas de la Hispanic Society.

Primero, es un gran honor. Conocía bien la Hispanic Society porque para nuestras exposiciones en el Metroplitan necesitábamos préstamos de su fantástica colección con obras de Zurbarán, Velázquez y Goya... Hace tres o cuatro años, un miembro del patronato me pidió que entrase en el mismo, y me dije: ¿por qué no? Poco después, el presidente de la Hispanic murió y me pidieron que ocupase su cargo. Soy catedrático, tengo un programa de televisión todas las semanas en Nueva York, patrono de varios museos...

«El arte contemporáneo no se entiende si no se lee la etiqueta que muchas obras llevan al lado»

¿Cómo combina todas estas labores? ¿Cuál es su fórmula mágica?

Me vuelvo loco. No hay bastantes horas en el día para todo. Para mí, es un reto importante la Hispanic Society. Una cosa que he hecho es cambiar el nombre, porque parecía un club privado. Hemos añadido las palabras «museo» y «biblioteca». Ahora se llama Hispanic Society Museum and Library.

¿Qué tiene de especial la Hispanic Society? ¿Qué aporta a la variada oferta museística de Nueva York?

Es el único museo del mundo que existe dedicado total y exclusivamente al arte hispano y su herencia en todas las partes donde se habla el español. Es decir, no sólo Latinoamérica, también Filipinas, Brasil, Portugal... No hay otro museo que conozca que se dedique únicamente a la herencia del arte español en todas sus formas, en todos los géneros. Sin embargo, el gran público no conoce bien la Hispanic.

«El turista de masas es algo muy distinto al aficionado al arte. No obstante, el gran público no conoce la Hispanic»

Entonces, ¿el gran reto de la institución es modernizarse y acercarse al gran público?

Absolutamente. Aquí interviene la historia de la institución, que fue fundada en 1904 por Archer Huntington. Durante casi un siglo, fue una institución casi cerrada al público, una actitud que ha cambiado mucho. No sé por qué era así. Ahora necesitamos estar al día e involucrarnos en toda la comunidad. Y para entrar en el mundo de hoy, también hay que crear una gran sala de exposiciones temporales. En la sala de exposiciones temporales será importante plantear conversaciones, pero serias, entre el arte contemporáneo y nuestras colecciones.

«Tenemos las cartas de Carlos V a su hijo, manuscritos medievales... Somos una enciclopedia»

Habla de arte contemporáneo, pero usted no es un forofo del mismo y le acusa, precisamente, de que recibe mayor atención mediática y de los museos...

Sin duda, hoy el arte contemporáneo parece que es más fácil de comprender, pero me parece que es todo lo contrario: no se entiende si no se lee la etiqueta que muchas obras llevan al lado. Además, el turismo de masas es algo muy diferente del aficionado al arte. Los museos deben hacer cosas para poder acoger a todo el mundo, a todas esas personas, y están cambiando los recorridos, las narraciones para tener en cuenta diferentes puntos de vista. Pero no se puede cambiar una obra de arte del Siglo de Oro; existe en el Siglo de Oro, y no se puede hacer contemporánea.

«La Hispanic Society es una fuente de orgullo para todos los que valoramos la cultura hispana»

¿Cómo se entiende una colección del legado del arte hispano en Estados Unidos en un momento en el que existe un cierre de fronteras, no solo físicas, sino culturales?

-Lo vemos como una fuente de orgullo para todos los que valoran la cultura hispana, y no sólo los de herencia hispana. En Estados Unidos son más de 50 millones. Pero tenemos la obligación de ser el lugar donde se pueda estudiar con seriedad el arte y la cultura, la historia española. Por ejemplo, la biblioteca es muy rica en libros manuscritos que esclarecen muchos asuntos. Tenemos las cartas de Carlos V a su hijo, manuscritos de la época medieval... Somos una enciclopedia.

¿Es necesario conocer la Historia de España tanto dentro de nuestro país como fuera?

Por supuesto. Vivimos en un mundo grande. Y las cuestiones de identidad son muy importantes hoy. Para nosotros, la identidad no representa una fragmentación del mundo, sino una verdadera globalización donde se reconocen los intercambios entre las culturas. En cuestiones de cultura no existen fronteras. La frontera es resultado de la política, guerras...

Hablamos de fronteras que se abren y cierra por cuestiones políticas y me viene a la cabeza la histeria actual en torno al coronavirus. ¿No estamos reaccionando como si viviéramos en la Edad Media?

El problema del coronavirus es que esperemos que termine pronto, si no... como si fuera la peste antes. Vivimos en una era en la que se ve que las ciencias aún no tienen todas las soluciones. Y, por el contrario, hay que subrayar que la cultura sobrevive a todo esto y que nos une a un nivel muy diferente. Si haces el cálculo de la población de todo el mundo, ¿cuánta gente se interesa por la cultura? Son muy pocos. La meta para el futuro es encontrar maneras de hacer comprender a una parte más grande de la población que la cultura nos ayuda a entendernos mejor como seres humanos.

«La meta para el futuro es encontrar maneras de hacer comprender a una parte más grande de la población que la cultura nos ayuda a entendernos mejor»

¿Qué valora especialmente de ese legado artístico generado en España a lo largo de la historia? ¿Qué aporta, qué tiene de especial el arte español?

El arte español se reconoce en todos los museos. En los recorridos, en las salas se ve el arte español porque tiene un carácter específico. Las diferencias entre las culturas son importantes, y hay que subrayarlas, porque entender el carácter de una cosa es también entender el carácter de la cultura que la construyó. La cultura española es... una península que durante muchos siglos ha tenido una historia muy diferente del resto de Europa, que fue más abierta al mundo y a relacionarse entre ellos... Los Pirineos son una frontera enorme entre Europa y España. España, en la era de la navegación, fue de los primeros en ir a otras partes del mundo en busca de las Indias. Entonces el Imperio español estaba fuera de Europa, en otras partes. Es una historia muy diferente. Independiente.

Regresemos al presente y a ese debate que se vive sobre la reescritura de la Historia del Arte para hacer visibles a todas esas mujeres artistas que habían sido invisibles hasta la fecha.

-En la Hispanic tenemos esculturas de Luisa Roldán, fotos de Ruth Matilda Anderson y obras de la mujer de Huntington, Anna V. Hyatt que fue importante escultora. Pero no puedo inventar mujeres en los siglos anteriores. Hay pocas, no porque las mujeres no tengan la capacidad, como se ha visto en El Prado con la exposición de Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana, pero es que durante miles de años las mujeres no tuvieron el derecho a pintar o a hacer esculturas. Y cuando lo hicieron, como demuestra la exposición citada, generalmente realizaron retratos porque la representación del cuerpo humano estaba prohibida para ellas. No podían ir al taller y, como los hombres, tener modelos. Entonces, por eso, hay muy pocas. No puedo inventarlas. A partir de finales del siglo XVIII, especialmente en Francia, hay muchos cuadros neoclásicos que son obra de mujeres.

«Durante siglos las mujeres no tuvieron derecho a pintar ni a esculpir y no puedo inventarme nombres»

Claro, pero el presente es otra cosa.

A finales del siglo XIX y el XX, se rehabilita más a las mujeres, quizás demasiado, porque, como en casi todos los movimientos, llega el efecto péndulo... Si ve el Museo de Arte Moderno en Nueva York, que ha reabierto hace un mes, hay muchas obras de mujeres, de personas de color, de gays... Lo difícil hoy es saber cuáles son los criterios que tenemos que seguir. Ahora se muestran todas estas obras. Y dentro de una generación, volveremos a la estabilidad. Las que tengan calidad real van a perdurar y las que no volverán a los depósitos de nuevo. Tanto obras firmadas por hombres como por mujeres.

Entonces, ¿está a favor o en contra de las cuotas en el arte, en la cultura?

Es un problema filosófico para mí... Vamos a hacer una exposición y la primera cuestión que nos planteamos es cuántas mujeres, cuántas personas de color vamos a seleccionar. Espero que llegue el día en el que se pueda juzgar de manera diferente. No obstante, entiendo que es importante pasar por este momento para que se rehabilite a los artistas que fueron despreciados en otras épocas.

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