José Manuel Lucía: «Con Cervantes tengo la sensación de haber hecho un amigo»

José Manuel Lucía lleva veinte años trabajando en temas cervantinos. Especializado en libros de caballerías y en iconografía del Quijote , este catedrático de Filología, poeta y comisario de exposiciones relacionadas con este asunto había escrito un pequeño libro sobre la vida del escritor que se publicó en Argentina. Entonces recibió el encargo de un ensayo más ambicioso: una extensa biografía publicada por Edaf, de la que se acaba de publicar el tercer y último tomo ( La plenitud de Cervantes. Una vida de papel ). «Al aproximarme al hombre que había sido tapado por el mito tengo la sensación de haber hecho un amigo», confiesa.

A Gregorio Mayans y Siscar debemos la primera biografía de Cervantes, impresa en 1738, que abunda en elementos legendarios . Su vida «real» no importa tanto: el autor del «Quijote» debe tener una existencia tan novelesca como la de sus propios personajes. «Sin embargo, todos esos trabajos aportan algo, desde los más fantasiosos hasta, por supuesto, los más serios, como los de Jorge García López, Alfredo Alvar y Jean Canavaggio ».

José Manuel Lucía siente que todos los hitos que marcan la biografía cervantina necesitan una mirada correctora , desde la casa natal de Alcalá de Henares -hoy «tuneada»-, hasta la búsqueda de sus restos en el convento de las Trinitarias de Madrid, que saltó a los titulares de prensa hace tres años. «Al principio se pensó en una tumba, en un nicho... algo acorde con su fama. No se buscó al hombre que había detrás de las aventuras quijotescas que lo encumbraron de forma póstuma. Un hombre cuyo destino final fue un humilde osario».