LIBROS

John Boyne pone a Irlanda ante el espejo de los abusos

El autor irlandés refleja sin dramatismos, pero sin hurtar detalles, la sociedad de su país

Después de su éxito mundial con «El niño con el pijama de rayas» ha publicado numerosas novelas para adultos y juveniles

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Asociar al dublinés John Boyne (1971) solo con el libro que le dio fama mundial, «El niño con el pijama de rayas» , hace ya casi veinte años, resulta totalmente injusto y muy poco preciso. Desde entonces hasta ahora, ha escrito una decena de libros para adultos y otros tantos para jóvenes. De hecho, el citado éxito iba dirigido a este público, aunque transcendió todas las edades gracias a esa versión cinematográfica que le sigue dando réditos y le ha permitido echar la imaginación literaria a volar por otros escenarios históricos, desde la Rusia zarista al famoso navío del archiconocido y versionado motín de la Bounty . No obstante, me atrevería a decir que, sin necesidad del eco de la gran pantalla, muchos han sido los lectores intergeneracionales seducidos por la historia de amistad entre dos niños pegados a ambos lados de la alambrada de un campo de concentración nazi.

Es lo bueno que tiene Boyne y su manera de contar los hechos, sean estos cuales sean: la sencillez al servicio de unas historias muy bien hiladas desde el arranque mismo de la trama. Vamos, que empiezas y no la sueltas aunque te estén esperando en la mesilla de noche las voluminosas memorias de Woody Allen para saciar el morbo. John Boyne piensa en los lectores por encima de todas las cosas sin, por supuesto, olvidar ese plus de exigencia tan necesaria para que el libro no acabe en la pila de los «best seller» sin chicha ni fundamento.

Boyne piensa en los lectores por encima de todas las cosas, sin olvidar ese plus de exigencia

«Las huellas del silencio» es el último título de Boyne que llega a nuestras mesas de novedades literarias, en un momento en el que el mercado está necesitado de buenas historias y muy bien contadas para atrapar a quien asome su nariz por la puerta de una librería. No estoy hablando de obras maestras, sino de libros que se devoran y no se caen de las manos, que cuando pasas una página quieres entrar enseguida en la siguiente, y en menos que canta un gallo te has «bebido» cuatrocientas sin atragantarte. Y eso que el asunto del que trata «Las huellas del silencio» resulta bien peliagudo: la pederastia en el seno de la Iglesia irlandesa (añadamos que contado por un irlandés de pura cepa -hasta su cara lo delata- al que poner a su país en la picota o bajo la lupa de la autocrítica no le debe hacer demasiada gracia, pero Boyne también respira por la herida y sus cicatrices).

Maestría

El título original de la novela es otro, «A History of Loneliness» (Una historia de soledad) , y su fecha de publicación, 2014; a España llega con seis años de retraso. Un dato que para nada afecta a la calidad, pero tampoco hay por qué hurtárselo al lector. De hecho, Boyne después ha escrito otras dos novelas para adultos y alguna más para jóvenes.

La Irlanda ultracatólica en la que él se crió rezuma en cada escena un realismo que no necesita de mayores aditivos, ni dramatismos ficticios. Sólo maestría. Una sociedad machista hasta decir basta -como ya relató su admirada, y también irlandesa, Edna O’Brien , cuyo nombre hace algún que otro cameo por el libro-, una Iglesia que calla y tapa unos hechos que llenan y llenan páginas en los periódicos de todo el mundo... No nos extraña que hasta el mismísimo John Irving haya alabado estas «huellas del silencio».

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