Lápiz compuesto sobre papel de la serie «Taxonomías y micropaisajes» (2013)
Lápiz compuesto sobre papel de la serie «Taxonomías y micropaisajes» (2013) - e. casero
«Darán que hablar»

Ernesto Casero: «Lo bueno del arte es que no te lo acabas nunca»

Ernesto Casero ha encontrado en la Biología un filón, que traduce a un depurado dibujo en el que conviene no ensimismarse con la técnica. Él «dará que hablar»

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Nombre completo:Ernesto Casero Alcañiz donde estudié Bellas Artes y donde vivo, y últimamente lo que más hago es dibujar.. Lugar y año de nacimiento: Valencia, 1977. Residencia actual:Valencia Estudios: Licenciado en Bellas Artes Ocupación actual: Dibujar

Qué le interesa. «Mi trabajo artístico ha ido derivando desde una pintura muy óptica en mis inicios hacia cuestiones relacionadas con la Biología. Me interesa cómo ha ido evolucionando esta disciplina a lo largo de su Historia y cómo ha ido moldeando nuestra percepción tanto de la Naturaleza como de las sociedades humanas. También es una disciplina que cuenta con un importante cuerpo de imágenes, en forma de dibujo primero y con técnicas fotográficas más adelante, por lo que hay una importante materia bruta sobre la que trabajar y reflexionar».

De dónde viene. «He expuesto en espacios independientes de Valencia hoy desaparecidos, como El Otro Espacio o Magatzems wall & video, así como en la galería Pazycomedias, con la que actualmente trabajo y que me ha llevado a Pinta London o a Just Mad. En el país vecino he expuesto en el Centro de Arte de Perpignan, y en una innombrable galería de París que me llevó a Paris Art y a Drawing Now! y con la que tuve la desagradable experiencia de que me vendieran obra sin decírmelo, motivo por el cual ya no hago nada sin un contrato escrito de por medio».

Supo que se dedicaría al arte desde el mismo momento que… «En realidad, lo que hizo que me dedicara al arte no fue un evento catalizador, ni una revelación súbita. Más bien fue algo progresivo. De niño dibujaba edificios repletos de hileras de ventanas, me alucinaba el efecto visual de la repetición.

«Estoy dispuesto a renunciar a ciertas cuestiones por mantener mi derecho al frikismo»

Luego en el instituto hacíamos una revista de literatura experimental, con poemas automáticos escritos en papel de fumar y cosas así, y yo me encargaba de las ilustraciones. Y cuando entré en la facultad, el IVAM todavía era un Museo de verdad en el que me picó el bicho del arte viendo expos de Ferrán García Sevilla, Tony Oursler, Michael Craig Martin, Terry Winters o Phillip Taafe, y ya no pude dar marcha atrás».

¿Qué es lo más extraño que ha tenido que hacer en el mundo del arte para «sobrevivir»? «En el ámbito artístico, lo que hago no para sobrevivir pero sí para mejorar las condiciones sociales y laborales del colectivo es trabajar en AVVAC, la asociación de artistas de la Comunidad Valenciana, y estoy muy contento porque gracias a la labor conjunta de los artistas y críticos está cambiando poco a poco el panorama, al menos a nivel institucional. Por poner un ejemplo, el nuevo director del IVAM acaba de comprometerse públicamente y por escrito con las buenas prácticas, lo que significa que en este museo los artistas van a ser remunerados por su trabajo, con un contrato de por medio, y van a ser respetados sus derechos de autor, algo que, por absurdo que resulte, no sucede en el resto de instituciones valencianas salvo alguna excepción puntual como el EACC.

También en la sala La Gallera se logró la creación de una convocatoria pública en la que los artistas seleccionados cobrarán honorarios, además de gastos de producción. Esto es claramente un éxito de la labor de denuncia pública y negociación que venimos articulando desde hace años críticos y artistas desde sus respectivas asociaciones. De hecho tenemos un proceso abierto con el Defensor del Pueblo, puesto que instituciones como Consorcio de Museos se niegan a reconocer que el artista es un profesional y que, por lo tanto, debe ser remunerado: alucinante, sí, pero ese es el nivelazo aquí en Valencia».

Su «yo virtual». «Lo cierto es que lo de las redes sociales lo llevo fatal: no tengo ni facebook, ni twiter, ni instagram y ni siquiera tengo un smartphone. Me disperso con facilidad, así que para investigar sigo con libros y buscando la información con Google, ya sean artículos, periódicos, libros o imágenes.

«Lo mejor del arte es lo que aprendes con el proceso; lo que queda en forma de obra es el residuo»

Por otro lado, lo entiendo como un gesto de resistencia hacia la implantación de un estilo de vida que viene diseñado por un puñado de multinacionales de la tecnología: no me gusta la idea de que empresas privadas determinen la forma en la que nos comunicamos y expresamos, y ya sé que me pierdo cosas y que profesionalmente es muy útil, pero estoy dispuesto a renunciar a ciertas cuestiones por mantener mi derecho al frikismo».

Dónde está cuando no hace arte. «Además del activismo de AVVAC, lo más relacionado con el arte que hago es leer. Es algo fundamental. Y aunque ahora lo que más leo son cosas relacionadas con la evolución de las especies y el determinismo biológico, como los libros de Lynn Margulis, Stephen Jay Gould y demás, ha sido esencial para mí la literatura del siglo XX, desde Artaud hasta Bolaño, pasando por Kerouac, Steinbeck, Karen Blixen, Sylvia Plath, Carlos Edmundo de Ory, José Ángel Valente, Borges, Cortázar, Alejandra Pizarnik, Coetzee y un etcétera interminable».

Qué se trae ahora mismo entre manos.) «Ahora estoy haciendo unas series de dibujos en las que me centro en la ideología darwinista y sus conexiones con el capitalismo. En realidad, estoy leyendo más que produciendo. Es un tema muy amplio en el que soy un recién llegado, como quien dice, y siento la necesidad de aprender antes de meter la pata. Las implicaciones del pensamiento generado desde la Biología han tenido consecuencias muy serias como la eugenesia o el nazismo, y es un tema que hay que tratar con el respeto que se merece.

Ahora acabo de terminar una pieza titulada A Darwinian point of view, que expondré en la galería Ángeles Baños en una colectiva que se inaugura el 30 de enero. Son nueve dibujos de animales extintos por la acción del hombre, con una alusión al núcleo del pensamiento darwinista, que dice que sólo los más aptos sobreviven. Pero, ¿sucede realmente así?».

Le gustará si conoce a... «Para mí, Joan Fontcuberta es una referencia central en el arte español de los últimos 20 años, no solamente por su trabajo artístico propiamente dicho, sino por su capacidad para reflexionar sobre la imagen y generar un discurso teórico del que siguen bebiendo muchos artistas de generaciones posteriores.

«El pensamiento darwinista dice que sólo los más aptos sobreviven. Pero, ¿sucede así?»

Fuera de España me interesa mucho Magdalena Atria, cuyos trabajos con plastilina son sencillamente alucinantes, así como Carsten Höller o Mark Dion, entre muchos otros. De mi generación destacaría a Greta Alfaro, Tania Blanco, Juan José Martín y Andrea Canepa, aunque siempre estoy viendo trabajos muy buenos de gente que no conozco, y en realidad ésta es una de las mejores cosas del arte: que no te lo acabas nunca».

¿Cuál es su obra favorita hasta el momento? En mi caso, lo más importante siempre es lo que está por venir. Cuando acabas un trabajo, la ilusión la pones en el siguiente. De algún modo, lo que has hecho pasa automáticamente a un segundo plano. Así que para mí lo mejor de mi trabajo es, con toda seguridad, lo que todavía no he hecho, eso lo tengo claro.

Lo mejor del arte es lo que aprendes con el proceso, investigando, documentándote, aprendiendo con el trabajo de otros artistas y con tu propia práctica, y lo que queda en forma de obra es, de alguna manera, casi que el residuo. Un residuo, eso sí, meticulosamente diseñado y presentado al público de la manera más coherente posible".

¿Por qué tenemos que confiar en él? Pues porque soy como el personaje de la obra de Óscar Wilde: ¿quién no se fiaría de alguien así? Memeces aparte, no sé muy bien en qué sentido tiene que fiarse de mí alguien: ¿en el sentido de si se va a revalorizar mi obra o si voy a “hacer carrera”? Yo creo que este tipo de actitudes pudren el mundo del arte, o, bueno, es alguna de las causas del olor a descomposición. U

no no tiene que preocuparse de si hace carrera o no; uno hace lo que tiene que hacer, cuenta lo que le interesa contar de la mejor manera que puede, y lo demás es especulación que únicamente atiende a la lógica del mercado, no a la del arte. Y respecto a si aporto o no algo nuevo al mundo del arte, no creo que sea yo quien tiene que decirlo, en primer lugar, y tampoco me quita el sueño, en segundo, ya que comparto con Adorno el pensamiento de que lo nuevo de por sí no tiene ningún valor. Tiene que haber algo más aparte de la novedad por sí misma. De lo contrario, es únicamente moda».

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