La originalidad de la copia

En China, la fábrica de las imitaciones, dos artistas españoles, Nuria Carrasco y Carlos Arroyo, exponen en el Cervantes de Pekín una muestra sobre la autenticidad de lo falso

Nuria Carrasco «plagia» en su parte de la muestra las revistas del corazón, que ilustra con inmigrantes chinos de segunda generación en «Wowei» PABLO M. DÍEZ
Pablo M. Díez

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Las copias también pueden ser originales. Con esta p rovocadora inspiración , dos artistas españoles, Nuria Carrasco y Carlos Arroyo, juegan traviesamente con la autenticidad de lo falso en la exposición «¿Original o copia?», que se puede visitar hasta el 8 de diciembre en el Instituto Cervantes de Pekín . Mientras Carrasco «plagia» los medios de comunicación en su parte de la muestra, que denomina «Fake Magazines» en claro homenaje a las “noticias falsas” (“fake news”), Arroyo «imita» en «Pattern Chineso» las copias de marcas famosas de ropa que se fabrican en China e inundan los mercados de todo el mundo.

Nacida en Ronda en 1962, Nuria Carrasco reflexiona en su obra sobre la «identidad del otro» desde una plataforma tan original como falsas revistas del corazón fácilmente identificables, cuyas imágenes se exhiben en la muestra. Copiando con todo detalle las fotos y textos de famosas cabeceras como «Vogue» y «¡Hola!» , e incluso sus anuncios, retrata la vida de los jóvenes chinos de segunda generación que viven en España en «Wowei» y de los refugiados saharauis en «¡Ahlan!», así como de los colombianos descendientes de África en «Kalas».

«Estamos acostumbrados a los chinos de los “Todo a 100” y me sorprendió ver a los jóvenes bien vestidos y a la moda”, explica Carrasco. Gracias a una amiga directora de cine, consiguió entrar en la comunidad china inmigrante en España para ver su vida, que plasma en una falsa revista de 190 páginas y 40 modelos.

Entre ellos destacan la actriz Huichi Chiu , que aparece en la portada, un diseñador y su amiga la directora de cine, cuyas entrevistas y biografías escriben dos de sus colaboradores, Jesús Galíndez y Ramón Mateo, adaptándose al estilo de las revistas de sociedad.

«Lo copio todo, absolutamente todo» , se enorgullece la artista, quien usa estas cabeceras porque «son las más leídas y las que crean tendencias». De hecho, hasta las vende por 50 euros en el caso de «Wowei» y diez para «¡Ahlan!» y «Kalas». Con dichos fondos colabora con las causas que abandera. «En el caso de los saharauis quería darle voz a los refugiados y, en el de los afroamericanos , combatir el racismo , mientras que en el de los chinos se trata de dar a conocer una nueva imagen », resume Carrasco, que presentará las tres revistas juntas en enero en España .

Copias de imitaciones chinas

Por su parte, Carlos Arroyo, valenciano de 34 años, se ha inventado una marca de ropa, «Pattern Chineso», que copia las imitaciones chinas de prendas de marca. «Me inspiro en sus patrones trabajando como un chino , pero no de forma peyorativa, sino trabajando mucho y en serie », desgrana el joven artista, que empezó con series limitadas pero pronto se encontró con una agradable sorpresa. «¡De repente empecé a recibir pedidos porque había clientes que pensaban que era una marca real !», cuenta divertido. Cerrando el círculo, su marca hasta fue copiada y, según recuerda, «incluso aparecieron unas prendas iguales en la plataforma de ventas por internet AliExpress ».

Carlos Arroyo «copia» con «Pattern Chineso» las imitaciones chinas de marcas famosas PABLO M. DÍEZ

Otra prueba de que su creación es tan genuina se la encontró cuando solicitó celebrar una exposición en España : fue rechazado porque pensaban que era un desfile de una marca de ropa, no un evento cultural . «Me gustan los malentendidos con la marca porque de eso se trata», razona Carlos Arroyo, encantado de exponer en Pekín porque «en otro círculo que se va cerrando, los protagonistas del proyecto son los chinos que vuelven a su país». Pero siempre resaltando la autenticidad de lo falso porque, como muy bien resume, «todo es muy confuso y hay un momento en que se confunde la originalidad con la copia».

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