«Diana y Acteón», de Bernardí Roig
«Diana y Acteón», de Bernardí Roig - ABC

La metamorfosis de Bernardí Roig

Una exposición en la Sala Alcalá 31 reúne una veintena de piezas realizadas por el artista mallorquín en las últimas dos décadas

Madrid Actualizado: Guardar
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La Sala Alcalá 31 de la Comunidad de Madrid ha inaugurado hoy la exposición «Cuidado con la cabeza», de Bernardí Roig (Palma de Mallorca, 1965). El comisario, Fernando Castro Flórez, crítico de arte de ABC Cultural, ha reunido una selección de veintiuna obras en diferentes soportes (escultura, fotografía, vídeo, dibujo e instalación) que suponen una relectura del trabajo de este artista. La muestra, que permanecerá abierta hasta el 24 de julio, incluye obras realizadas a lo largo de las dos últimas décadas. Una de las más espectaculares es «Naufragio del rostro, 2013-2014», una serie de autorretratos ejecutados durante un año que revelan cómo se convierte en un ser monstruoso.

El hilo conductor es la metamorfosis.

Este artista ha tratado el pasaje mitológico del encuentro fatal de Acteón con Diana y la conversión de aquél en ciervo, considerándolo clave para su obsesiva teoría de la visión en el borde de la ceguera. Roig plantea una intervención en la fachada del edificio que alberga la Sala Alcalá 31 que da título a la exposición: la instalación de un gran rótulo en su séptima planta con la expresión «Cuidado con la cabeza». Emplea infinidad de registros plásticos para dar cuenta de lo que le obsesiona, sin dejar de advertirnos que tenemos que tener «cuidado» cuando nos adentramos en un espacio en el que tal vez nos resulte difícil contar lo que hemos visto.

El pozo de respiración del Metro

Una de las señas de identidad de Bernardí Roig es precisamente el cuestionamiento de los modos de representación artística, siendo muchas las ocasiones en las que ha planteado sus obras en escenarios inusuales. En esta ocasión sitúa la pieza «Practices to suck the dark» (2016) en el pozo de respiración forzada de Metro de Madrid en la confluencia de la calle Alcalá con Gran Vía. El artista reflexiona así sobre esta intervención: «El pozo de ventilación es el respiradero del Metro, recoge el aliento condensado de los ciudadanos que circulan durante el día por la tripas de la metrópoli. Esta figura que ocupará el espacio público durante los tres meses que dure la exposición, no es una presencia, más bien al contrario, es un monumento al revés que conmemora el sótano donde se almacenan nuestras inseguridades, y nos obliga a mirar hacia abajo de forma especular para vernos y reconocernos en las entrañas de lo reprimido. Nos obliga a hundir la mirada en las putrefactas aguas de nuestra conciencia. Es nuestro doble fantasmático. La figura tiene la escala humana, las manos atadas a la espalda e intenta, con la lengua, lamer la noche, la oscuridad de la noche. Al estar enterrada en las tinieblas del pozo de ventilación ocupa el espacio público solo con el destello de su ausencia».

Bernardí Roig es uno de los artistas españoles más internacionales. Vive y trabaja entre Madrid y Binissalem. (Mallorca). Entre sus últimas exposiciones individuales destaca la que tuvo lugar en 2014 en la Phillips Collection de Washington. Fue el primer artista español que recibió la invitación de la prestigiosa institución norteamericana para participar en su programa «Intersections».

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