La creatividad se respira en cada rincón de este país. Parece que va unido al ritmo en el ADN de los brasileños . Sao Paulo copa casi todo el mercado del arte. Allí se han instalado las mejores galerías: históricas, como Luisa Strina y Fortes Vilaça , junto a otras más recientes pero que pisan fuerte en la escena internacional. como Vermelho . Son espacios con arquitecturas espectaculares, en algunos casos, donde conviven las artes plásticas con otras muchas disciplinas. En Río de Janeiro , en cambio, las galerías suplen la falta de espacios tan singulares con mucho talento y originalidad. Es el caso de A Gentil Carioca , que fundaron tres artistas: Ernesto Neto, Laura Lima y Márcio Botner. Situada en pleno centro de la ciudad, sus proyectos nunca pasan desapercibidos.
Ernesto Neto, con una de sus instalaciones
ABC
En Brasil hay arte hasta en las favelas . Lo que comenzó siendo un juego de Nelcirlan, un niño de 14 años, acabó siendo una obra de arte que en 2007 se exhibió en la Bienal de Venecia : reprodujo la favela donde vivía, Pereirão, con ladrillos multicolores. El «proyecto Morrinho» es una cita cultural más de Río de Janeiro.
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