Vista de una de las salas de la exposición
Vista de una de las salas de la exposición - efe

Ràfols-Casamada se hace un traje a medida en la Fundación Perramón

El legado del artista catalán se expondrá durante los próximos cinco años en la localidad gerunense de Ventalló

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Seis años después de su muerte, Albert Ràfols-Casamada (Barcelona, 1923-2009) ya tiene quien le exponga y, sobre todo, quien saque a la luz su legado para compartirlo con el público. Una reivindicación postrera que se oficializó ayer en Ventalló (Girona) con la inauguración en la Fundación Perramón de un nuevo espacio en el que pueden verse 62 obras del artista catalán, uno de los vanguardistas más reconocidos de la segunda mitad del siglo XX.

La exposición llega fruto de un acuerdo entre la fundación y las herederas del artista para ceder un legado formado por 158 obras durante un período inicial de cinco años. De entre todas estas telas se han escogido para la exposición las obras más representativas del artista, desde los años 70 hasta su muerte, con tal de conseguir que los visitantes entiendan mejor la obra de uno de los referentes de la pintura catalana desde los años 70 hasta el final del siglo XX.

Así, además de trazar la evolución de Ràfols-Casamada desde el postexpresionismo y el arte figurativo a la abstracción con la que alcanzó reconocimiento internacional, la muestra hace especial hincapié en las piezas de los años 70 del, época de la que no existía demasiada obra del artista, o en pinturas figurativas protagonizadas por objetos cotidianos.

El director de la Fundación, Eduard Duran, aseguró ayer que la exposición quiere servir asimismo para «reivindicar una generación de artistas que no ha obtenido el reconocimiento que merece». Una generación que Ràfols-Casamada compartía con otros artistas como Josep Guinovart, Josep Maria Subirachs o Modest Cuixart. Las obras de Ràfols-Casamada estaban guardadas en un almacén en el barrio del Poblenou de Barcelona y en un taller del artista. Tras su muerte, dos de sus sobrinas, Maria y Marga Fuchs Girona, heredaron las obras que el artista poseía. Esta última, de hecho, fue ayudante del artista hasta sus últimos días. Las piezas, todas óleos que van del postexpresionismo a la abstracción, pasarán a lo largo de los próximos años por la sala de exposición.

Albert Ràfols-Casamada falleció en 2009 y su obra se exhibe en diferentes museos del mundo como el Pompidou de París, el Nacional de Arte Contemporáneo de México o la colección del Chase Manhattan Bank de Nueva York.

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