Obituario

Guillermo Roux: pintor sabio y versátil

Gran figura de la pintura argentina, se formó con su padre como ilustrador, y cultivó tanto el óleo y la acuarela, como el fresco

ABC

Juan Manuel Bonet

Nacido en 1929 en Buenos Aires, y fallecido allá el pasado 22, Guillermo Roux era hijo del historietista uruguayo Raúl Roux, de origen francés e ideas peronistas. Sus inicios, en el barrio de Flores, fueron por ahí. Tras estudiar en la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano, su primera individual la celebró en 1952 en Peuser. A partir de 1956, amplió estudios en Roma en el taller del triestino Umberto Noni. Este le enseñó la técnica del fresco, y la del mosaico, y a mirarse en el espejo de los maestros del pasado, especialmente de los primitivos, y luego de Leonardo, Bellini, Tiziano o Tiépolo.

‘Medias rojas’ (1957), y sobre todo ‘El paño amarillo’ (1958), que donó al Museo Nacional de Bellas Artes, constituyen magníficos ejemplos de su arte, en aquellos inicios. Esa querencia italiana, también patente en sus paisajes de Sicilia, en sus decorados para ‘Il turco in Italia’, de Rossini, para el Colón, o en su voluntad intempestiva de posar anacrónicamente de maestro de antaño, siempre se mantendría viva.

Pintor sabio y versátil, a ratos abigarradamente carnavalesco, consigue bodegones silenciosos a lo Morandi o a lo De Pisis. Raras presencias enigmáticas la pueblan: ese guitarrista entre biombos, esos lectores y tenistas descabezados, esas mujeres enmascaradas o abanicándose...

Tras su vuelta, en 1960, al país natal, enseñó dibujo en Jujuy, donde sería uno de los fundadores de la Escuela de Artes y Oficios. Residente un tiempo en Nueva York, donde descubrió a Hopper, pero también a Diebenkorn, expuso en Bonino (1972) y Marlborough (1996). También en la Marlhorough londinense (1972) y en la madrileña (1999). En la parisiense Jeanne Bucher, tres veces (1977, 1982, 1987), con Bernard Noël y Henri Maldiney, entre otros, como presentadores. También se fijaron en su trabajo Jean Clair, Hubert Haddad o Marc Le Bot. Su ‘cursus honorum’ lo completan el premio de pintura de la Bienal de Sâo Paulo de 1975, su presencia en las de Venecia de 1982 y 1984, y muestras en la Phillips Collection de Washington (1988) o la Staatliche Kunsthalle de Berlín (1990).

Profeta en su país, donde contó con la complicidad de Romualdo Brughetti, Jorge Glusberg, Romero Brest o Rafael Squirru, fue académico de la de Bellas Artes, escribió mucho, y expuso en dos ocasiones en el Bellas Artes. En 1981 ilustró con aguafuertes, para la editorial Dos Amigos, ‘Rosaura’, de Ricardo Güiraldes. De 1994 es su mural ‘Mujer y máscaras’, en las Galerías Pacífico de la calle Florida. De 2005, su ‘Homenaje a Buenos Aires’, en el edificio de César Pelli de la avenida Libertador. Otro mural más, en clave épica, ‘La Constitución guía al pueblo’ (2011), está en la Legislatura de Santa Fe. Prolonga la saga su hija Alejandra Roux, también notable pintora, expositora en su día en Utopia Parkway.

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