La epifanía en Barcelona de la estrella punk que «regresó de los muertos» para entregarse a la policía

Gilles Bertin era el cantante de los Camera Silens, los Sex Pistols franceses, y con sus compinches atracó hace 30 años un banco llevándose un botín de 2,3 millones. Se hizo el muerto durante esas tres décadas, estableciéndose en Portugal y España. Pero ya no aguanta más

Gilles Bertin tiene actualmente 57 años Youtube / France 3 Occitanie

ABC

La historia, una vez más, es de película. Una de expiación de los pecados y redención. Gilles Bertin , el cantante de punk francés del grupo Camera Silens robó con sus compinches un banco de Toulouse hace 30 años, llevándose un botín de 2,3 millones de dólares . Y, después, se hizo el muerto para escapar de la Justicia. El plan le llevó a Portugal, España... Pero ya no aguanta más, quiere afrontar su pasado: se ha entregado a la policía, según cuenta la BBC. Tiene actualmente 57 años.

Camara Silens era la versión francesa de los Sex Pistols. O sea, un grupo de punk nihilista que proclamaba el fin del futuro. No creían en nada y se drogaban con desapasionamiento desbocado. Tal era su grado de estar de vuelta de todo y su conciencia de que se iban a morir pronto contagiados por el VIH (compartían jeringuillas) que decidieron ir a lo grande: robemos un banco y gastémoslo en divertirnos, se dijeron. Y eso hicieron. El banco elegido, el Brinks en Tolouse. El botín, 2,3 millones de euros, un dineral en aquel abril de 1988. Treinta años después, Bertin no puede más.

Del robo a mano armada nadie salió herido y la policía capturó a todos los malhechores en un año salvo a Bertin. El dinero se desvaneció en su mayoría y varios de los ladrones anarquistas fallecieron poco después por sida. Otros pasaron el tiempo en prisión y retomaron a sus poco glamurosos trabajos, según «The Telegraph». Al cantante le sentenciaron a 10 años. Pero desapareció.

Su familia, también su hijo nacido en Burdeos , no volvieron a saber de él. Al periodista de la BBC le contó que pasó 28 años fugitivo y por qué ha decidido volver. Bertin se fue «literalmente» con una maleta llena de billetes a Portugal. Allí abrió una tienda de discos con el dinero del robo. Luego se echó una novia española, que era la única que sabía lo sucedido, y se fueron a Barcelona, donde se hizo barman. Vivía emparanoiado por si le cogían, avergonzado, en constante sensación de persecución.

¿Por qué se entregó? La presencia de la muerte le hizo ver la luz. Estando muy grave por hepatitis C en Barcelona, los médicos del hospital le salvaron la vida sin preguntarle por su identidad ni cobrarle un euro, a alguien que había renegado de la sociedad y la había despreciado. «Me di cuenta de que tenía que decir la verdad sobre mi pasado» , cuenta a la BBC. Ahora está escribiendo un libro sobre su vida y ha vuelto a ver a su primer hijo, que tiene 30 años, los mismos años desde que cometió el robo. Si le absuelven, regresará a Barcelona. Y volverá a recontrarse consigo mismo.

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