Encuentran un pastel casi intacto bajo los escombros de un ataque aéreo en la Segunda Guerra Mundial

La tarta fue horneada en 1942 y el equipo de investigadores cree poder hidratarla y comerla sin graves daños para la salud

Lisa Renn (izquierda) y Doris Mührenberg (derecha) inspeccionan el hallazgo enterrado durante el ataque aéreo en 1942

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La tradicional receta alemana de tarta de nuece s incluye decoración con azúcar glas, una cobertura de chocolate crocante, además de la masa y el relleno de frutos secos. Y esta tarta, hallada por los arqueólogos de Lübeck , cuenta con cada uno de esos requisitos. Incluso el papel encerado con el que fue introducida en el horno permanece intacto . Fue horneada en 1942 y el equipo de investigadores cree poder hidratarla y comerla sin graves daños para la salud. Al menos una pequeña porción testimonial. «El calor del incendio, tras el bombardeo aliado, redujo la tarta a una tercera parte del que habría sido su tamaño natural, pero salvo por eso, es una tarta como otra cualquiera», bromea el jefe del equipo, Dirk Rieger.

El pastel ha sido hallado en gran parte intacto en el sótano de una casa que fue destruida durante un ataque aéreo aliado . Eran los terribles días de la II Guerra Mundial y la tarta esperaba para ser comida, seguramente en alguna celebración familiar , en una alhacena que quedó enterrada bajo montañas de escombros . Según los arqueólogos, el hallazgo dice mucho sobre la historia del ataque aéreo en la ciudad.

Lübeck fue bombardeada por sorpresa en la madrugada del Domingo de Ramos, un día importante para los cristianos y en el que muchos habitantes de la ciudad se preparaban para celebrar un día festivo . Además del pastel, se encontró un servicio de café, discos y un gramófono. «Han tenido que pasar 79 años para que estos testigos contemporáneos especiales, que también reflejan el momento inmediatamente anterior a la destrucción a través de su propia fugacidad y frágil materialidad, nuevamente salieran a la luz», dice Reiger, que está decidido a conservar y exhibir la tarta como un testigo de la historia.

Atrapada en el sótano

En la noche del 28 de marzo de 1942 y hasta la madrugada del 29 de marzo, la Real Fuerza Aérea Británica bombardeó Lübeck, una ciudad histórica y un objetivo no militar, en represalia por el bombardeo nazi de Coventry , Inglaterra, en 1940, recuerda Rieger, jefe del Departamento de Arqueología de la Autoridad de Protección de Monumentos Históricos de la Ciudad Hanseática de Lübeck. La tarta de nueces acababa de ser horneada y quedó atrapada en el sótano, bajo un ingente incendio que elevó la temperatura hasta carbonizarla, pero las llamas n o llegaron a devorarla , nunca mejor dicho.

Los arqueólogos han descubierto anteriormente los restos quemados de comidas de hace mucho tiempo, pero rara vez encuentran alimentos tan completos y bien conservados como este pastel, que, aunque fue encontrado el pasado mes de abril, durante un trabajo de excavación en el distrito de la Ciudad Vieja de Lübeck, «cerca del ayuntamiento y el área principal del mercado», ha sido presentada ahora a los medios de comunicación.

En las partes en ruinas que los británicos habían bombardeado, «la ciudad dejó los sótanos dentro del suelo tal como estaban y construyó nuevas casas encima de ellos », explica Reiger, «a medida que se aproximaba el invierno no había tiempo para excavar nuevos cimientos ni maquinaria, porque toda ella estaba dedicada al esfuerzo bélico, por lo que los habitantes volvieron a levantar casas y dejaron intactos esos restos».

Escena costumbrista

Ahora, debido al importante estatus histórico de Lübeck, los arqueólogos supervisan todos los trabajos de construcción de la ciudad y los expertos ya estaban presentes cuando los obreros abrieron este sótano y descubrieron la escena costumbrista de principos de los años cuarenta, en la que junto al pastel ennegrecido, aparecieron platos, cuchillos, cucharas y discos de vinilo que incluían por ejemplo una sonata de Beethoven.

Los científicos llevaron el pastel al laboratorio de restauración de la ciudad, donde conservadores como Sylvia Morgenstern lo limpiaron cuidadosamente con delicados picos, cepillos y aspiradoras. Después tomaron muestras para identificar el relleno de nuez y su trabajo para preservar el raro dulce carbonizado no ha hecho más que comenzar, porque las bombas que la Real Fuerza Aérea Británica arrojó sobre Lübeck contenían sustancias químicas incendiarias, como el fósfor o, y los arqueólogos deben asegurarse de que no haya rastros de tales materiales en la tarta que puedan reaccionar cuando se expongan a sustancias químicas utilizadas habitualmente en la preservación de objetos valiosos.

«Este pastel es como una ventana a hace 80 años », sueña Rieger con los ojos abiertos, «y cuando finalmente esté listo para la exhibición pública y la gente pueda mirar a través de esa ventana, con suerte verán la destrucción de la guerra que se llevó por delante una celebración familiar , una reunión en la que alguien quería compartir, escuchar música, tomar una buena taza de té, una situación muy íntima y agradable en torno a nuestra tarta de nueces».

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