Ocho siglos de trenzar palmas

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Elche exporta el popular símbolo del Domingo de Ramos con obras de hasta tres metros que llegan al Vaticano y los Reyes

Además de la buena mano artesana y de artista del puñado de escogidos que sabe elaborar la Palma Blanca de Elche, con su trenzado característico, estas piezas tan emblemáticas del Domingo de Ramos son fruto de un proceso esmerado en el que interviene incluso la química.

Para conseguir ese color tan claro y peculiar, se cierra el ojo de la palmera formando un cono, para que las palmas nuevas que nazcan a continuación no realicen la fotosíntesis. Al recibir poca luz, quedan de ese tono blanco amarillento. Se recolectan entre septiembre y poco antes del Domingo de Ramos y, para terminar de darles el aspecto adecuado, se cepillan repetidamente y se sumergen en piscinas especiales.

Finalmente, las «rizadoras» se encargan del trenzado, de unirlas y coserlas para confeccionar motivos que se añaden a la palma central, con resultados espectaculares en ocasiones de más de tres metros de altura, aunque también las hay de apenas cinco centímetros.

La tradición data de 1371, como poco, si bien el uso como elemento en las ceremonias está acreditado en restos de cerámica ibérica hallados en las excavaciones arqueológicas de la Alcudia, el antiguo poblado ibérico de Hélike. Y desde 1997 está declaracada Fiesta de Interés Turístico Internacional.

Siete envíos de honor

Este año, el Ayuntamiento de Elche ha realizado siete envíos a las autoridades principales destino de este obsequio. El Papa Francisco I utilizará la suya en la misa del Domingo de Ramos en el Plaza de San Pedro del Vaticano, una pieza de 3,5 metros de altura rematada con una cruz trenzada y un cáliz. Se trata de una palma lisa de primera clase como la regalada a la Reina Letizia, que en este caso luce en lo más alto la figura de la Virgen. Ambas las confeccionó la familia Serrano-Valero.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha recibido una con la imagen de la entrada del paso de Jesús Triunfante y un cáliz con dos palomas, obra de la familia Carbonell. Por tercer año consecutivo, los alumnos del taller municipal de trenzado artesanal de palma blanca se han encargado de la pieza para el obispo de la Diócesis Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, que está rematada con una paloma del espíritu santo y, como las del resto de autoridades antes mencionadas, supera los tres metros. Elche exporta dos terceras partes de las 200.000 palmas que se confeccionan cada año, sobre todo, a Europa.

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