Nicolás: «Que dejen elegir a agricultores y productores en qué lonja quieren estar»

Fedeto asegura que el único interés de Blanca Corroto era fijar unos «precios deseados»

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A la espera de que dentro de unos veinte días, con el nuevo año, la lonja agropecuaria que impulsa la Federación Empresarial Toledana (Fedeto), junto con Caja Rural de Castilla-La Mancha, Cámara de Comercio y otras ocho asociaciones sectoriales empiece a operar, la llamada «guerra de las lonjas» se mantiene en toda su tensión. Mientras, la única operativa es la que acaba de crear la organización agraria Asaja-Toledo, que tiene dos semanas de vida, puesto que la antigua sigue envigor pero sin actividad.

Desde la Federación empresarial este no es un tema menor, ni mucho menos, sino que sus responsables están poniendo toda la carne en el asador para tratar de aclarar un panorama en el que subyacen correlaciones de fuerza entre productores y consumidores.

Para Fedeto, y esa es la clave y la piedra angular, es inadmisible que la lonja fije unos precios mínimos, sino que deben ser orientativos.

Eso es lo que provocó la ruptura de la anterior lonja -después de 15 años funcionando- y derivó en el abandono de Asaja-Toledo para crear su propia lonja. Según la patronal, era inadmisible que Asaja, a través de su presidenta provincial, Blanca Corroto, quisiera imponer unos precios mínimos y no atender a los de referencia. La diferencia de criterios generó una alta tensión interna que terminó por explotar. Asaja pidió la disolución de la lonja, pero al final lo que ocurrió también es que Corroto terminó siendo expulsada del Comité Ejecutivo de Fedeto por el presidente de la Federación, Ángel Nicolás, un hecho sin precedentes.

Precisamente, en una reciente entrevista en Onda Cero Castilla-La Mancha, Nicolás fue tajante a la hora de plantear la cuestión y ofrecer posibles soluciones. Así, respecto a la existencia de dos lonjas dijo que «no es una situación ni agradable ni cómoda, pero es a lo que nos han abocado. Operará la lonja que hemos creado impulsada desde Fedeto y la impulsada por otros (Asaja) y la verdad es que es atípico, ojalá no fuera esto». Por eso, Nicolás desea que se deje libertad para que se elija la lonja que mejor defenderá los derechos de los agentes afectados.

Al margen de las manifestaciones del presidente de Fedeto, la propia Federación hizo público un comunicado en el que hace suyas las palabras de Leandro Estaban, consejero de Presidencia, de que el Gobierno de Castilla-La Mancha debe velar en el ámbito de sus competencias por el bien de los consumidores, y de María Luisa Soriano, consejera de Agricultura, recordando que la Ley de Competencia establece que «nadie puede fijar ningún precio». Y así es como lo recoge el artículo 1.1 de la Ley 15/2007, de 3 de julio, de Defensa de la Competencia.

Según la nota de Fedeto, Corroto negó el pasado 4 de diciembre en reiteradas ocasiones haber recomendado (fijado) precios públicamente. Y justificaba la creación de una nueva lonja porque en la existente no se actuaba de forma neutral, asegurando que solo representaba a una de las partes, a los industriales.

Buscar la rentabilidad

Ante estas acusaciones, Fedeto recuerda que en la lonja se fijaban precios por acuerdo de agricultores e industriales. «Así fue durante 15 años y nunca se plantearon problemas de falta de neutralidad hasta que el 24 de junio de 2014, la señora Corroto autoriza publicar una nota de prensa en su web y en varios medios de comunicación bajo el titular «Asaja aconseja a los agricultores no vender el cereal por debajo de un precio rentable».

En este sentido, «Asaja de Toledo sugiere a los cerealistas los siguientes precios mínimos de venta que, a juicio de la organización, están ajustados a la realidad del mercado: 174 euros por tonelada, en el caso de la avena (29 pesetas/kilo), 185 euros para el maíz (30,80 pesetas/kilo) y 171 euros, (28,50 pesetas/kilo) por tonelada de cebada, entre otros.

En opinión de Fedeto, esta recomendación tiene como objetivo justificar el artículo publicado en la revista de Asaja de julio/agosto con el titular «Asaja Toledo decide disolver la Lonja Agrícola de Toledo», en el que se indica que «en cuanto al precio de venta, desde la organización agraria se aconseja no vender la cebada por debajo de las 28,50 pesetas el kilo». Se fijaba así claramente el umbral de rentabilidad por debajo del que los agricultores no debían vender sus productos.

Precios deseados

Para Fedeto, estas recomendaciones en cuanto a los precios son la causa real que origina los conflictos en el seno de dicha Lonja. Y también «revela claramente que cuando la señora Corroto se sentaba en la mesa de la Lonja lo hacía sin poder ir en contra de sus propios actos o dicho de otro modo, no podía desdecirse de los precios (deseados) proclamados públicamente que lógicamente pretendía mantener a capa y espada. Por tanto, su actitud en la Lonja no se centraba en los precios reales habidos en el mercado en la semana precedente para establecer una estadística de precios orientativos. Su intencionalidad era fijar unos precios deseados».

Y añade el comunicado de Fedeto que la intención de Corroto «no es respetar la realidad del mercado. No tenía interés en debatir esa realidad. Su intención era fijar precios que ella consideraba adecuados y que por tal motivo hizo público antes de las sesiones de la Lonja el día 26 de junio de 2014».

Y concluye afirmando que «una lonja no debe tener por objeto defender los intereses de ningún sector. Su único interés debe ser que sus precios orientativos sean precisamente eso».

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