Imagen de la gigantesca grieta en la plataforma Larsen C
Imagen de la gigantesca grieta en la plataforma Larsen C - NASA / JOHN SONNTAG

Un iceberg del tamaño de Cantabria se desprende de la Antártida

El gigantesco bloque de hielo de 5.800 kilómetros cuadrados y un billón de toneladas, a la deriva

Madrid Actualizado: Guardar
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El paisaje de la península Antártica ha cambiado para siempre. Un iceberg de unos 5.800 kilómetros cuadrados, uno de los más grandes que hayan sido registrado jamás, se ha desprendido finalmente del segmento Larsen C del continente blanco después de mantener en vilo a los científicos durante varios meses. Un bloque de hielo aún más grande que Cantabria vaga ya a la deriva con un futuro incierto.

La imagen de satélite que confirma la ruptura
La imagen de satélite que confirma la ruptura

Mientras, ¿qué le ocurrirá a la plataforma helada? Aunque el resto continuará regenerándose naturalmente, los investigadores seguirán su evolución con mucha atención, ya que en los próximos meses o años podría volver a sufrir nuevos eventos de partición. Existe el riesgo de que Larsen C pueda seguir el ejemplo de su vecino, Larsen B, que se desintegró de forma repentina en 2002 o de Larsen A, que colapsó en 1995.

«Las opiniones en la comunidad científica están divididas. Nuestros modelos dicen que será menos estable, pero cualquier colapso futuro no será antes de años o décadas», dicen desde Midas.

«Hemos estado anticipando este evento durante meses, y nos hemos sorprendido de cuánto tiempo le ha llevado a la grieta romper los últimos kilómetros de hielo. Seguiremos monitoreando tanto el impacto de este evento en la plataforma de hielo de Larsen C como el destino del enorme iceberg», ha dicho Adrian Luckman, profesor de la Universidad de Swansea e investigador principal del proyecto Midas.

¿Culpa del cambio climático?

En cuanto a qué ha provocado el desprendimiento del gigantesco iceberg, es algo que todavía está por ver. Martin O'Leary, glaciólogo de Swansea y miembro de Midas, afirma que la ruptura «es un evento natural; no somos conscientes de ningún vínculo con el cambio climático inducido por el hombre, pero esto coloca a la plataforma de hielo en una posición muy vulnerable. Nunca antes el frente de hielo había estado tan atrás».

Pero Paul Johnston, director de la Unidad Científica de Greenpeace Internacional, cree que la actividad humana puede ser un factor importante en la explicación del fenómeno. «El deshielo de la Antártida es la alerta roja del planeta sobre los peligros del cambio climático. El desprendimiento de este iceberg es el tercero de los últimos años, probablemente una señal del impacto global del cambio climático», ha expresado en un comunicado.

«Irónicamente esto sucede poco después de que Trump tomase la decisión de sacar a Estados Unidos, el mayor emisor de CO2 de la historia, fuera del acuerdo climático de París. Como un iceberg gigante a la deriva, Trump deja a EE. UU. aislado del resto del mundo con esta decisión», ha concluido Johnston.

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