Las cinco investigadoras españolas, premiadas con la bolsa de investigación 2015 del programa
Las cinco investigadoras españolas, premiadas con la bolsa de investigación 2015 del programa - ABC

El 63% de los españoles cree que las mujeres no son aptas para ser científicas

Una encuesta muestra algunos de los obstáculos y prejuicios que han de afrontar. Trescientas personalidades firman el manifiesto «Cambia las Cifras» para apoyar su acceso a puestos de responsabilidad

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María José quería ser médico «de las que operan». A Laura siempre le interesó que su padre le contara cómo funcionan las cosas. Marta se pasó su infancia mezclando cosas «para que saliera humo». Verónica siguió buscando el por qué de las cosas cuando creció. Y María despertó su interés por la ciencia en un laboratorio de análisis de Luarca, «donde siempre olía a sacarina». Hoy son cinco mujeres dedicadas en cuerpo y alma a la ciencia, cinco triunfadoras a las que las becas del programa L'Oreal-Unesco de «Mujeres por la Ciencia» ha reconocido su trabajo.

Este programa supone una inyección económica de 15.000 euros para cada uno de los proyectos que desarrollan en sus laboratorios. Las premiadas de esta edición son Verónica Ayllón, especializada en leucemia infantil; María José Buzón, que investiga tratamientos que eliminen el virus VIH de los reservorios donde se esconde; Laura Masgrau, que trabaja en la utilización de nanopartículas para curar el cáncer colorrectal; María Mittlebrunn, que busca un tratamiento para las enfermedades mitocondriales y Marta Navarrete, que ha demostrado el papel que juegan los astrocitos en los procesos de memoria y aprendizaje, más allá de las neuronas.

Cada una de estas mujeres podría pasar a formar parte de la élite de la ciencia, aunque la carrera científica femenina está aún llena de obstáculos y prejuicios. En Europa el 67% de los ciudadanos cree que las mujeres no tienen las habilidades necesarias para alcanzar al nivel más alto de investigación. En España este porcentaje se reduce a un 63% y alcanza el 71% en Alemania, el país europeo que peor estima tiene de las capacidades de las mujeres en investigación. Fuera de Europa, el abismo es mayor. En China, hasta el 93% de los ciudadanos piensa que las investigadoras no están cualificadas para llegar al nivel más alto.

«Ellas no tienen rigor»

Los encuestados opinan que a ellas les falta «perseverancia», «espíritu analítico», «sentido práctico» e incluso «rigor». Al preguntarles por los científicos que conocen, el 71% solo pudo citar a investigadores varones. En Francia, Marie Curie fue la única mujer cuyo nombre apareció de forma espontánea.

Son datos de una encuesta, encargada por la Fundación L'Oreal, que se presentó en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas durante la entrega de las bolsas de investigación.

Cambia las cifras

Las bolsas de investigación dan apoyo y visibilidad a las mujeres que trabajan en ciencia, un grupo reducido porque solo el 30 por ciento de los investigadores en el mundo son mujeres. Uno de los objetivos del programa L'Oréal-Unesco es conseguir dar la vuelta a estas cifras, no solo con su programa de becas. Durante el acto de presentación de las becas se presentó el Manifiesto «Cambia las Cifras», un documento que ha sido respaldado por más de 300 personalidades del mundo de la ciencia, la empresa, la cultura o el deporte.

El Manifiesto defiende la necesidad de acortar las distancias entre hombres y mujeres en la ciencia y que la sociedad reconozca de forma pública la aportación de las científicas al progreso de la humanidad. Sus principales demandas se resumen en una serie de puntos, como la necesidad de dar visibilidad a la labor de las científicas españolas y poner en valor su aportación para el avance de la ciencia y de la sociedad; dar a conocer su trabajo y que éste tenga mayor presencia en los medios de comunicación y otros foros.

Además, busca reconocer a las mujeres en los premios científicos, en los que están infrarepresentadas ya que sólo reciben el 18% de los galardones; favorecer su presencia en puestos de primer nivel en investigación, donde ocupan menos del 20% de los puestos directivos en España; ayudarlas para que puedan avanzar en su carrera investigadora, e incentivar las vocaciones científicas y el interés por la ciencia desde niñas.