COAC 2023

Vera Luque: «Estoy triste porque cada vez me gusta menos el Carnaval»

El chirigota se ha quedado fuera de la Gran Final pese al buen hacer cupletero de sus talibanes; el fallo lo recibió «con cierto alivio, para desconectar ya del Concurso»

Orden de actuación de la Gran Final del COAC 2023 en el Falla

Vera Luque, con su chirigota 'Frente talibán de la república irreverente de Kadikadistán'. Manuel Fernández
José María Aguilera

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José Antonio Vera Luque se queda por segundo año consecutivo fuera de la Gran Final del COAC, si bien en esta ocasión se consuma el cajonazo en la modalidad de chirigotas que ha dominado en la última década. 'El Frente talibán de la república irreverente de Kadikadistán' se encontraba en muchas quinielas no sólo para cantar el último día, sino incluso para luchar por el premio gordo, pero el jurado ha decidido respaldar a cuatro competidoras y dejar a la agrupación justo en el corte, con el primer accésit (o quinto lugar).

El autor, que ya suma seis primeros premios en chirigotas (y tres en cuartetos) recibe la noticia con dos sensaciones, bien diferenciadas porque emanan de lugares diferentes. Con respecto al veredicto, «lo asumo con cierto alivio, hay ganas de desconectarse del Concurso. Es raro, pero no estoy enfadado. Toca felicitar la los que están, desearles mucha suerte y que disfruten de un día muy bonito, y nosotros nos vemos el domingo a las 13 horas en la escalerilla de la Facultad de Medicina para seguir cantando en la calle».

Opina que «esto es Carnaval y no hay que darle más vueltas». Y entra en juego su segunda sensación. «Estamos un poco tristes porque cada vez nos gusta menos el Carnaval. Empiezo a hacerlo casi más por obligación que por devoción, y me da pena porque me ha gustado mucho siempre». Se reafirma. «No sólo el Concurso, sino el Carnaval, donde el Concurso es una parte importante. Noto que la gente está menos entusiasmada. Podría decir que es por la edad, pero a mí me gustaba mucho el cine y el fútbol y me siguen gustando ahora. Algo está cambiando y no sé lo que es. La pasión disminuye y estamos ya saliendo más por un compromiso social con la gente. Hemos cumplido con creces, la chirigota ha gustado, y eso al menos es una satisfacción».

El chirigotero entiende que la vida ha cambiado, el público, los gustos, son diferentes, y también la manera de vivir la fiesta. «Siendo jueves de Carnaval y no ves ni una triste careta por la calle. Ni farolillos, disfraces, exornos... se ha perdido lo que había antes. Ayer (por el miércoles) terminamos de cantar y cuando salimos a al plaza del Falla estaba completamente vacía, cuando antes la noche del pase a la final estaba repleta de emociones», lamenta. «Nos fuimos con mucha tristeza al local donde nos teníamos que cambiar. Me da mucha pena porque se están perdiendo grandes momentos».

Es una sensación «que tenemos desde hace tiempo. Va más allá de haberse quedado fuera de la final, pues lo mismo lo comenté el año en que ganamos con los del Congo. Está en la atmósfera y eso nos tiene más tristones que el pase a la final. Hace 10-15 años esto era otra cosa. Algo pasa. Hemos perdido un poco de entusiasmo, no sé si es empacho, hartazgo, saturación, que a lo mejor ha cambiado la manera de hacer Carnaval y hemos perdido nuestras formas».

Y es cierto que en los últimos años han sido los grupos de fuera (Santoña, Sevilla, Chiclana, Puerto Real...) lo que han mostrado mayor ilusión. «Puede ser. Nosotros tenemos esa crianza carnavalesca, que viene de generaciones previas, de abuelos a padres, y es muy peculiar nuestro. El resto no ha tenido esas vivencias, parten más desde la adolescencia, y esa ilusión es distinta. Puede que tenga su peso, sobre todo en el público, que ha cambiado y eso influye en la variación del criterio y el estilo».

«Creíamos que con nuestro descanso y los dos años de parón por la pandemia podríamos recuperar algo, pero nada. Y nos preocupa porque estábamos enamorados. Antes veíamos un papelillo en la Erizá y dábamos mil volteretas y es que ahora la Erizá ni se celebra en su fecha», bromea con un punto de melancolía. «Han ido cambiando cosas, parcheando, como un puzle, un Frankenstein, y me da que lo que ha quedado no gusta a mucha gente».

Con respecto a la modalidad, «la subida de nivel se ha dado en la zona media y eso es un hecho. Pero el popurrí de chirigotas de años anteriores está muy por encima del actual: esos concursos en los que coincidían Selu, Love, Yuyu, Canijo, Remolino, los gladiadores de la Caleta... era mejor época. Es verdad que ha subido el nivel respecto a las últimas ediciones. Pero me queda un resquemor. No sé como una chirigota al estilo de Kadi City sería recibida ahora mismo en el Gran Teatro Falla».

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