Duro comunicado de UGT contra el alcalde de Cádiz: «Y menos trabajo, y más Carnaval»

«Señor Alcalde, tenemos la extraña sensación de que usted cree que nuestro sindicato disfruta exponiendo en prensa su mala gestión, pero resulta que no, que en todo este tiempo le hemos exigido más porque le consideramos compañero de luchas sindicales.

Pero es que no entendemos como, hasta el final, se sigue empeñando en priorizar lo externo descuidando a sus empleados. Está claro que usted piensa que le hemos fallado, porque no tiene otra explicación.

Después de que los sindicatos hayamos hecho su trabajo de negociación del Acuerdo Regulador, en el cual usted solo ha intervenido para destruir o incordiar, ahora tampoco es capaz de rematar la faena y hacer precisamente su trabajo, que es aprobarlo en el Pleno, llevándolo hasta el límite, creando la incertidumbre entre los empleados comunicando fechas inexactas y, como no, echando las culpas a otros, lo de siempre.

Pero claro, todo esto tiene su explicación, usted tiene ahora mismo la cabeza en la apertura de la Casa del Carnaval, una Casa del Carnaval, que a día de hoy no tiene dotación de plantilla municipal, dotación que resulta imposible, puesto que todas las dependencias, intervención, servicios sociales, rentas, bibliotecas… por citar algunas, están funcionando con el mínimo de personal, que le están sacando las castañas del fuego como pueden, a base de sobreesfuerzo por su vocación de servidores públicos.

A falta de confirmación oficial, sabemos que los medios humanos que llevará a cabo el funcionamiento de la Casa del Carnaval, será todo externalizado y ejercido por empresas privadas. Solo 8 años ha tardado usted, querido compañero, en caer en la trampa de la externalización, ya ni se acuerda ni quiere saber nada de la municipalización de los servicios. Esperemos que con la Casa del Carnaval no ocurra como con el Museo las Cortes, Ecco, castillo santa catalina o las bibliotecas, que han tenido que llegar a cerrar por la falta de personal.

Es decir, en pocas palabras, usted prefiere adjudicarle el servicio a la empresa que menos le cobre. De esta forma, y para que la empresa gane, los trabajadores de esta harán el trabajo cobrando la miseria que la empresa quiera pagarle. Esto, amigo mío, se llama precarizar y bajar la calidad de los servicios, y usted está siendo cómplice de ello».