Pan y circo

Elogio de lo elemental

'Una vuelta a la rutina futbolística que supondrá para el Cádiz todo un reto de enorme dificultad'

cervera ha conseguido lo más difícil desde lo fácil. a. v.
Pepe Reyes

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Tras una sobresaliente campaña, vivida desde la obligada ignominia de una ominosa diáspora en encierro domiciliario, el cadismo cuenta los días, las horas y hasta los minutos para gozar de la fiesta del retorno al despoblado templo del Carranza.

Una vuelta a la rutina futbolística que supondrá para el Cádiz todo un reto de enorme dificultad, por cuanto de ser un equipo recién llegado a la categoría que sorprendió con lo inesperado de sus planteamientos, pasa a la respetada condición de conjunto temido y conocido. Escasos conceptos pero muy bien asimilados, como principio absoluto del cerverismo.

Máxima llevada a la práctica en toda su plenitud y con todas sus consecuencias, base de partida y norma invariable de aplicación durante cinco felices años de vertiginoso progreso deportivo. Los jugadores amarillos saben que no necesitan descifrar ningún silogismo táctico ni despejar arcana ecuación alguna para obedecer las preclaras órdenes del entrenador. Directrices básicas y bien entendidas, consignas de funcionamiento ecuetas, someras, fáciles de comprender y desarrollar.

Porque en el fútbol, como en muchas otras cosas, cuando lo sucinto y lo sencillo encuentran una praxis adecuada, se convierten en lo más complicado de contrarrestar. Elogio de lo elemental. Ahítos de contemplar tanto juego de toque, tanta prolongada posesión que no conduce a apertura de espacios ni al desajuste en la defensa rival, tanta monotonía de partidos, tanta previsibilidad en los movimientos, tanta jugada clónica, la irrupción sorpresiva del Cádiz de Cervera ha supuesto como una vuelta a un fútbol original, callejero, primitivo, palpitante, donde los defensas defienden, los centrocampistas cortan y lanzan a los extremos y éstos encaran en velocidad para centrar desde la línea de fondo.

Cierto es aquello de que la verdad está en los clásicos y que todo lo que no sea tradición es plagio. Y ha tenido que asomar nuestro equipo por la Primera División para confirmar, para proclamar con el ejercicio de su ejemplo tales sentencias. Una ola de aire fresco ante tanto fútbol repetido, un retorno a lo de siempre. Tan fácil y tan difícil a la vez.

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