Pan y circo
Cambio de moldes
'Ya sabemos que el equipo puede disponer de una alternativa futbolística diferente a la habitual'
Tras este breve paréntesis de tensiones competitivas, transcurrido bajo el sosiego aportado por el balsámico triunfo en Bilbao , acecha un tramo de liga de suma trascendencia para los amarillos.
Los enfrentamientos con Getafe, Elche y Granada, rivales directísimos en la lucha para evitar el descenso, se presumen ya como cruciales, hasta el punto de que pueden maracar el devenir del equipo y el cierto desahogo o los apuros con los que se habrán de afrontar la segunda vuelta.
No sólo el sumo valor de los tres puntos obtenidos en el Nuevo San Mamés ha transmitido una sensación de perseguido relajo, de ilusión renovada en la afición. También lo ha hecho la manera de conseguirlo, el repentino cambio de moldes que desde el primer minuto experimentó el cuadro cadista sobre el césped. Con las líneas adelantadas y la presión alta, el Cádiz sorprendió a propios y extraños, pero fundamentalmente a los anfitriones, que vieron como los gaditanos no renunciaban a tomar las riendas del juego, a mover el balón con desparpajo y tranquilidad en la medular y en crear una sucesión de ocasiones de gol inauditas hasta entonces.
Tal fue el desconcierto local ante un rival con proceder inesperado y el grado de iniciativa visitante, que hasta el marcador pareció corto cuando se arribaba al descanso. La segunda parte constituyó otro cantar y aunque no se pasaran excesivos apuros, el Cádiz volvió a las andadas de defender en su propia parcela, a perder el esférico con facilidad y a renunciar casi por completo al contragolpe. A ello hubo de contribuir el tan previsible como desesperado empuje rojiblanco, del que salimos ilesos pero del que no nos pudimos desprender.
Con todo, lo mejor de esa victoria previa a estos duelos decisivos que se avecinan consistió en constatar que se puede jugar a otra cosa que entregarle siempre la iniciativa al contrario y que poseemos jugadores perfectamente capacitados para bajar el balón y moverlo con rapidez y seguridad. Al menos, ya sabemos que el equipo puede disponer de una alternativa futbolística diferente a la habitual.
