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Nueva ración de disparidad arbitral
Los pisotones o entradas con los tacos son tan habituales en los partidos que en ocasiones se sanciona con una roja, caso de Robert Navarro, mientras que otros casos no se señala absolutamente nada
Nueva ración de disparidad arbitral contra el Cádiz CF. Otro capítulo más que sufre el equipo cadista y seguramente no será el último, pues el conjunto gaditano no es ni más ni menos que otros clubes en este serial que sufren la mayoría de equipos de Primera, salvo los tres grandes que son casi intocables en estos aspectos.
Y es que mientras el pisotón de Robert Navarro es sancionado con roja, casi que con total merecimiento, una jugada prima hermana de la del futbolista del Cádiz se salda de rositas y ni con falta, a pesar de la existencia del VAR.
La disparidad arbitral sigue afectando a equipos como el Cádiz. Robert Navarro ve la roja por una acción fortuita pero que da argumentos al colegiado para que pueda ser expulsado, pero Budimir y Bellingham no ven ni siquiera la amarilla por acciones muy similares.
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Al primero, el jugador de Osasuna, se refería Sergio precisamente tras el choque ante el Valencia. «Es verdad que hay una acción similar de Osasuna pero no es excusa», decía el técnico que lamentaba la roja de su jugador pero no buscaba fantasmas ni mucho menos en referencia a la expulsión.
Concretamente la acción ocurrió este fin de semana en el Osasuna en el que osasunista Budimir pisaba a Carreras de una manera bastante clara y ante los ojos del colegiado y del propio VAR. Nada de nada, ni falta.
Y también dentro de esta jornada ha ocurrido la jugada en el futbolista del Real Madrid Bellingham pisaba con sus tacos claramente en la pierna del futbolista del Sevilla Rakitic. Tampoco el colegiado quiso sancionar ni falta en este aspecto.
Con todo, no es que la acción de Robert Navarro no pueda ser roja, ni mucho menos. El caso es que si lo del futbolista del Cádiz es expulsión, también lo deben ser muchas entradas como las anteriormente expuestas en las que en ocasiones se sanciona con amarilla y en otras no se pita ni falta. Son jugadas fortuitas, evitables, pero que en muchos casos no hay ni intención alguna de hacer daño al rival.
