Un motivo de peso para no hacer provincia

No está el horno para bollos y eso habrán pensado en la enfermería de un Cádiz CF que cuenta a sus lesionados a manojitos. Que sí, que se ha quedado fatal con el CD Guadiaro, pero no está la cosa para seguir haciendo favores a cambio de nada por mucho que sea y es la filosofía del club.

Porque Manuel Vizcaíno podrá ser muchas cosas, pero entre ellas no está el hecho de quedar mal porque sí con un club de una provincia a la que no para de rendirle favores cada vez que puede. Ahí están todos y cada uno de los convenios de colaboración de la cantera cadista con muchos clubes de la provincia que pueden reforzar sus plantillas con jóvenes valores salidos desde El Rosal. Desde los primeros días de su mandato, Vizcaíno ha destacado por jugar cuantos partidos amistosos se puedan con tal de llevar los colores del Cádiz a municipios gaditanos, empezando por Jerez, donde ya se sabe el clima de malestar que generó en la localidad vecina su acercamiento al Xerez CD, equipo al que fue a su 75 aniversario el pasado año. Por todo ello y más, no se entiende que lo de no jugar este viernes en Guadiaro sea producto de un capricho. Porque si algo tiene la política de Vizcaíno es intentar llevarse lo mejor posible con todos los clubes vecinos, pero no más que estar preocupado por sus jugadores, a los que mima hasta al infinito para poder luego exigirles al máximo.

Los motivos, tal y como ha expuesto el propio club cadista, no ha sido otra que la superficie artificial en el que se iba a jugar el bolo, un césped sintético del que ya era más que conocedor el Cádiz CF cuando se comprometió a ir con la junta directiva del equipo linense, que ahora se ha visto más que sorprendida con la drástica decisión tomada por el club capitalino a ultimísima hora del recorrido.

Sin embargo, desde que se conoció el anuncio del encuentro entre el CD Guadiaro y el Cádiz CF –el pasado lunes 6 de noviembre– han cambiado algunas cosas; no tantas, la verdad, pero sí algunas.

Ese mismo día lunes el Cádiz CF jugaba por la noche en Getafe, donde ya se sabe de sobra lo que sucedió. Además, en la misma mañana se confirmaba lo que todo el mundo ya esperaba, esto es, el aplazamiento del Mallorca - Cádiz CF de este domingo, causa por la que los hombres de Sergio González se iban a quedar sin jugar un total de veinte días en lo que será el parón más grande que sufrirá el combinado gaditano. Entonces, al darse a conocer el amistoso en Guadiaro, hasta se entendió que era lo mejor para que los jugadores tuvieran un partido cercano al fin de semana por lo que el asunto quedó ahí, encarrilado.

Por eso ha sido mayúscula la sorpresa cuando el pasado miércoles por la tarde el Cádiz CF sacaba un comunicado confirmando su presencia en Guadiaro pero sólo para estar presente en los actos del club de San Roque, no para jugar en un partido de que se borraba de manera rotunda aludiendo al césped artificial.

Las razones son de peso para evitar un nuevo duelo sobre el césped artificial. Eso al menos piensan en el equipo técnico de un Cádiz CF que se encuentra en un mal momento y el que hay varios lesionados, uno de ellos, Zaldua, precisamente tras jugar el partido de Copa del Rey ante el Badalona Futur sobre una superficie similar a la que tiene el CD Guadiaro.

Además de Zaldua, hay varios jugadores entre algodones además de los también lesionados Luis Hernández, Fede San Emeterio y un Brian Ocampo que poco a poco va ir entrando en el equipo. Por todo ello, y basándose en la seguridad de los futbolistas, el dirigente cadista Manuel Vizcaíno no ha tenido otra que poner su mejor cara para disculparse con su homólogo en el CD Guadiaro y argumentar el cambio de última hora a una causa mayor. Sin duda, en la política de este Cádiz CF seguirá estando por bandera todo lo que sea ayudar y poner su granito de arena en lo que se pueda a todos los equipos de la provincia pero las últimas recaídas de varios jugadores han sido clave para frenar un encuentro en el que había mucho que perder y poco que ganar en el aspecto físico.