Cádiz CF

El vestuario, el mejor sostén de Machís

La estrella amarilla convive con un grupo de compañeros que le recuerdan constantemente cuál es el camino

Alfonso Carbonell

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José Mari y Garrido abrazan a Machís.

Diez partidos, ocho goles. De los puntos que ha dado, mejor ni saberlo. Todo un héroe, pero al que no hay que dejarle ponerse la capa para que mantenga los pies en el suelo. Y para eso, para que la estrella no abandone la tierra y acuda a las nubes, para que no haga caso a la prensa ni a la grada y se crea un dios, para eso están los 'supertacañones' de los capitanes, esos que deben ejercer el mismo liderazgo con Machís que con el último canterano que ha subido al campo principal para ocupar la plaza de algún lesionado del primer equipo.

Machís es de otra galaxia, pero en El Rosal es uno más. Con el tiempo se verá si sus goles consiguen que firme con un club grande y tenga a su disposición un asesor que sea el que le diga al entrenador de turno cuándo y cómo debe entrenar él, pero hoy por hoy, este internacional por Venezuela tiene por delante a Cifuentes y José Mari, dos hombres veteranos que tienen a raya al más pintado. Y cada día se lo demuestran.

Porque si hay un secreto para que este Cádiz CF funcione como lo está haciendo en los últimos años es el día a día del vestuario. Aquel que Cifuentes, junto con los Servando, Migue González o Mantecón, comenzaron a amoldar en Segunda B y al que ahora José Mari le ha dado ese toque más gaditano y cadista aún. Sin duda, tanto el arquero como el mediocentro son el pilar básico de un equipo que si corre por igual en el campo lo hace gracias al enorme espíritu de sacrificio que se aprende en cada entrenamiento.

El entrenador hace su trabajo, que no es otro que entrenar. Pero Cervera sabe muy bien a quien encomendar cada tarea. Y en este sentido, y a sabiendas de que es una persona estricta y hasta cierto punto fría en las relaciones con sus futbolistas, delega una labor de mayor cercanía a su segundo, Roberto Perera, que hace las veces de 'poli bueno'.

Pero más allá de las tareas más o menos evidentes de un entrenador y su ayudante, donde verdaderamente reside lo sustancial para que un vestuario ande unido es en los capitanes. Y es ahí donde José Mari y muy especialmente Cifuentes se llevan toda la responsabilidad y, por consiguiente, el éxito de su gestión. Obviamente, este no sería igual sin el apoyo diario de un grupo de jugadores que se unen en la empresa común.

Un buen ejemplo que sirve para explicar el modo en el que Cifuentes para los pies o no según en qué circunstancias se pudo ver hace dos jornadas en Las Palmas. Allí, en el vestuario del estadio Gran Insular , Machís pasaba el balón del partido para que sus compañeros se lo firmasen tras su 'hat trick'. Pues bien, en mitad de tanta algarabía y cachondeo, el capitán vio el momento oportuno para dejar grabado de qué va esto. Y así, claro, contundente y a la vez ejerciendo de padre protector, le escribió al venezolano en su pelota: "No olvides que esto es de todos".

Ahí lo llevas, le faltó decirle en lo que es un mensaje que el pasado domingo, tras una nueva intervención estelar de Machís, continuó argumentando Rober Correa, que siguió el camino del capitán cuando fue preguntado en zona mixta por la aportación del flamante delantero caribeño. "Todos le damos valor a Machis porque es muy valioso su gol, pero también destaco a lo que ha hecho en este partido Aketxe, a lo que hace Jairo, Manu… todo el mundo ha estado a un nivel espectacular. Él lo culmina todo con el gol, que es lo que todo el mundo ve y nos ha dado la victoria. Hay que agradecérselo porque se ve que es un futbolista que está a otro nivel, que marca las diferencias. Tiene que seguir trabajando, currando, porque este equipo es así y cuando se deja de currar, vamos mal” , indicó uno de los obreros del equipo.

Porque el método de Cervera ha calado en sus jugadores, en su mayoría, gregarios. Cala en Jairo, un brillante pelotero que vino como tal al Cádiz CF y ahora asume que debe quitarse el 'frack' y enchufarse el mono. Caló en Alvarito, al que su esfuerzo en defensa le debe su salto a Primera y así derribó la puerta del primer equipo Manu Vallejo. Por eso, la lectura que se hace en el vestuario va en la misma dirección y, venga quien venga y gane lo que gane, es lo que se va a defender a capa y espada en esas cuatro paredes. "Es cierto que te das cuenta cómo acaba los partidos porque físicamente es un portento, y al final es cuando más resalta su nivel ante los demás. Al final el equipo debe jugar como equipo, que es lo que le ha traído aquí. Debemos jugar uno para todos y todos para uno, porque así es como van las cosas”, culminaba Correa su análisis sobre su compañero Machís, que lejos de endiosarse con lo que día tras día acarreas sus partidos en la prensa, deberá seguir a pies juntillas los consejos de un vestuario que lo hará más grande a base de pequeños recordatorios.

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