Un choque frontal agota la paciencia de los vecinos de la calle Magallanes

Un impacto a la salida de una curva provoca graves daños en la fachada y en el balcón exterior de un bloque en la Casería . Las imágenes advierten del fuerte golpe que un turismo ha tenido al salirse de la curva, por fortuna no hubo heridos. «Cuando se produjo el choque, justo acabábamos de salir de nuestra casa. Tuvimos suerte», relata un vecino de la calle Magallanes. No es la primera vez que se produce un accidente de este tipo en la zona de la curva de calle Magallanes entre Plaza San Juan y Plaza las Flores. «Es un tramo peligroso que los coches toman a gran velocidad y se suelen dar muchos sustos», cuenta otro residente del barrio.

La mencionada curva se encuentra en pleno centro del núcleo de la Casería, por donde miles de habitantes se desplazan a diario en sus vehículos y están casi obligados a transitar por esta larguísima calle que une, de extremo a extremo, la playa de la Casería –terminando en la conocida Cantina ‘El Bartolo’– con el puente de la Casería que da acceso al centro de la ciudad. Es decir, conecta a los residentes del barrio hacia las distintas salidas, incluidas las rotondas dirección Cádiz y Sevilla o, en la dirección opuesta, a Bahía Sur. Un recorrido de más de un kilómetro de longitud que encuentra su punto más crítico en la serpenteante curva. Pese a que en la intersección entre Magallanes y Fray Gerónimo de la Concepción, a varios metros de distancia, aparece una señalización vertical que advierte de la aproximación de un tramo con curvas peligrosas, los vecinos ven insuficiente esta advertencia y piden «más seguridad».

La vía, de doble sentido, presenta un gran estrechamiento en el punto de la curva. Debido a esto, es muy complicado que dos vehículos circulen al mismo tiempo y obliga a que uno de los dos se detenga. La dificultad aumenta al tratarse de vehículos pesados, que no tienen prohibida ni regulada la entrada y salida. Camiones de reparto, de basuras y furgonetas frecuentan la calle Magallanes. Cuando esto sucede, dicen los vecinos, «es imposible pasen en el otro sentido» y en algunos casos, hay que dar marcha atrás para no bloquear el cruce.

No solo la carretera se estrecha, también el acerado lo hace, quedando limitado a un par de baldosas de unos 30 centímetros de anchura, sin contar la presencia de postes de electricidad y farolas que obligan a bajar a los viandantes de la acera. «Es peligroso, no hay mucha visibilidad, si los conductores van rápidos o confiados pueden llevarse a alguien por delante», declaran. Las medidas de seguridad con las que cuenta la curva son muy pocas, solamente unas vallas en un tramo de la curva, quizás el menos conflictivo. «Pedimos que se adopten medidas que garanticen la seguridad», reclaman los residentes. Esto pasaría por instalar pivotes o vallar la totalidad de la curva para amortiguar en caso de choque o salida de los vehículos, también se propone la instalación de badenes para limitar y obligar a la reducción de la velocidad en este tramo.

Sin embargo, la mayor petición consistiría en aumentar el tamaño de la acera, algo que, a día de hoy, no se podría realizar. Por un lado, esto obligaría a estrechar aún más la calzada, aumentando el riesgo de choque entre vehículos, algo que evidentemente se descarta. Por otro lado, se tendría que proceder a la expropiación de viviendas para hacer obras que atrasasen el terreno y de ahí sacar más distancia de acerado, puesto que no se puede emplear la primera fórmula.

La plataforma ‘Nos importa La Isla’ ha propuesto al Ayuntamiento de San Fernando otra solución: variar el sentido del tráfico en la calle Magallanes. De esta forma, tal y como explica el portavoz de la plataforma, José Luis Marín, la vía pasaría a ser «de un solo sentido de circulación en el tramo más conflictivo». «Hay que evitar que esta curva pueda convertirse en la ‘curva de la muerte’. Suceden accidentes desde hace muchos años, desde que aumentó el tráfico en la zona, así que hay que actuar», dice Marín. Esto forzaría la transformación del sentido del tráfico en la Casería, para no bloquear la entrada y salida de miles de vehículos que transitan por el barrio. La propuesta, llevada al Consistorio, se encontraría en estos momentos «en estudio», pero debería pasar por muchos filtros antes de que se pudiese ejecutar un cambio drástico en la circulación. «Evidentemente se priorizan otros asuntos en estos momentos ante la crisis del coronavirus», explican. Mientras tanto, los vecinos desean que se instalen soluciones alternativas en estos momentos, como las antes mencionadas, hasta que se llegue a un consenso y una solución final para evitar más accidentes en la curva de la calle Magallanes.