Ceremonias
«Todo se ha visto truncado por el coronavirus»
Ángel y Sonia aplazan su boda que estaba prevista para el próximo fin de semana al mes de octubre tras pasar varios días de “ansiedad, preocupación y no poder dormir”
Sonia y Ángel, ella de Cádiz y él de Linares, llevan ocho años juntos y a día de hoy se enfrentan al que se supone que es el peor obstáculo que han tenido que superar en su vida en común. Han tenido que aplazar su boda a causa del coronavirus . Tenían previsto casarse en unos días , todo estaba preparado, «ya tenía puesto hasta el tinte», explica ella con cierto tono de resignación en sus palabras. Sus planes eran que se oficiara el viernes el casamiento en el Ayuntamiento y el sábado celebrar la ceremonia y el convite en las Bodegas Fundador de Jerez . Tenían previstos 204 invitados , pero «no llegábamos a los 160 cuando decidimos suspenderlo. No sólo supone una frustración porque se truncan los planes que con tanta ilusión llevas planteando desde hace meses, sino por el coste económico que les supone. Por ejemplo, el cubierto tenía un coste de más de 80 euros y «ya habíamos pagado más de 12.000 euros».
Se iban a casar el 21 de marzo, es decir el fin de semana que viene, y hace solo cuestión de unos días decidían suspenderlo. Llevaban más de un año planificando una boda, tanto la ceremonia, como la celebración y el viaje. “Todo se ha visto truncado por el coronavirus”.
Para el viaje ya tuvieron dudas en diciembre cuando empezaron a salir las noticias de lo que estaba ocurriendo. «Esperamos hasta último momento por cuestiones laborales y nuestra intención era ir a Japón , pero cuando empezamos a ver el panorama en China cambiamos de destino a Francia y el norte de Italia , y volvimos a desechar ese destino». En tercer lugar, Sonia y su pareja se plantearon ir a Marruecos , pero viendo incluso que habían cerrado la frontera ya tomaron la decisión de no hacer el viaje después de la boda. Se mentalizaba a sí misma ante lo que le estaba ocurriendo pensando que «hoy en día, el viaje tampoco es tan importante porque estamos más acostumbrados a viajar» y a partir de ahí hacía acto de presencia la resignación, con cierto matiz de tristeza .
A medida que la cosa se ha ido poniendo peor, «yo ya estaba muy inquieta y estaba viendo que cada vez iba a más y que íbamos por el mismo camino que Italia », explica Sonia que incluso llegó a alarmarse en el momento en el que empezaron a caerse invitados. «Tenía gente que venía de Suiza y fueron los primeros en decirnos que no venían porque una de las invitadas tiene una enfermedad autoinmune y no quería ponerse en riesgo en los aeropuertos o en la propia boda con la aglomeración ». También a una pareja procedente de Alemania , donde él es un alto cargo directivo de la empresa, l es dijeron que si salían por gusto del país, se tenían que quedar en cuarentena cuando volvieran y no podían trabajar. Ahí ya empezaron a ver que «pintaba feo». Por sus trabajos han conocido a gente de distintos sitios: Cantabria, Galicia, Asturias, Madrid y de todas las provincias andaluzas.
Después, empezaron a caerse invitados de Madrid que no sabían si iban a poder salir de su zona, tenían miedo del cierre de transportes, no sabían qué iba a pasar . «También hay gente mayor que decía que no iba a venir, que te ponían excusas». Todo esto provocó que haya estado « cuatro días sin dormir , con una ansiedad horrible porque es mucha ilusión, mucho dinero invertido . Un año liado y todo el que se case sabe que supone una inversión económica grande, teníamos más de la mitad de la boda pagada ya a una semana de su celebración».
También era un gasto para toda esa gente que venía de toda España con hoteles, billetes pagados de tren y de avión . Ese era el panorama al que se enfrentaban Ángel y Sonia, quien viendo lo que ocurría y que con la ansiedad no podía ni dormir, «el miércoles cuando llegué de trabajar por la noche me senté con mi pareja y hablamos seriamente». Contactó co n varios sanitarios que estaban invitados a la ceremonia para que le arrojaran luz ante lo que estaba ocurriendo con el coronavirus. Incluso «uno de los que nos casaban trabaja en Málaga en el hospital y no me podía dar respuestas de qué iba a pasar en cuestión de una semana. Sólo me dijo que esto es serio, real, y no sé si voy a poder ir a la boda incluso siendo yo la que os casa . Estamos desbordados».
El jueves por la mañana habló con otro invitado, experto epidemiológico, y le aseguró que en base a lo que él le dijera, así actuaría con la boda. Sólo diciendo que de «aquí a la semana que viene se espera un repunte grande y que es mucha responsabilidad celebrar una boda , que una persona esté contagiada y no lo sepa y acabamos contagiados todos» ya tomó la decisión. Tiene familiares de riesgo , gente mayor que venía y «estaba asustada, al avisarnos este hombre y las prohibiciones que iban saliendo fuimos a buscar a la wedding planner y hablar con ella y explicarle que se nos estaban cayendo los invitados y que íbamos a aplazar la boda». Para Sonia « ese día y el siguiente fueron horribles, iba llorando por las esquinas », pero «cuando hemos escuchado la respuesta de los invitados dándonos las gracias o cómo respiraban tranquilos porque iban a venir pero iban a hacerlo con miedo», la cosa fue cambiando. Al final del día, «nos echamos una copa de vino y brindamos porque hemos hecho bien por responsabilidad y para protegernos del coronavirus ».
A pesar de la suspensión de la boda se ha encontrado con gente muy solidaria con los hechos que están ocurriendo, como la empresa de transporte contratada, el DJ, el vídeo, las fotos… «Era un horror porque ha sido suspendida a una semana vista».
No obstante, «temblando» mantiene la ceremonia en el Ayuntamiento y «nos han advertido que será a una distancia de dos metros con el concejal » pero temen que con las nuevas restricciones esto pueda cambiar. Tienen un problema añadido porque Ángel está destinado en Asturias y «estamos muertos de miedo porque no sabemos cómo nos puede afectar el estado de alarma».
Como horizonte esperanzador está que esta pareja ya tiene nueva fecha para el feliz acontecimiento : el próximo mes de octubre.
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