Las playas con viento como las de Cádiz pueden ser beneficiosas para dispersar la carga de virus

J. M. A.

07/05/2020
Actualizado a las 21:52h.

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Las playas ¿con viento o sin viento? ¿Cuáles son más favorables en la lucha contra el virus y en cuáles puede haber más peligro? Es una de las dudas de muchos españoles que son conscientes de las pecualiaridades de las diferentes zonas de España. Algunos comentarios surgidos en los últimos días advertían de que si soplaba el aire con fuerza, el coronavirus podría extenderse con mayor facilidad y por tanto aumentaba el riesgo de contagio.

Pero Fernando Simón , director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, asegura que no hay certeza sobre esta afirmación y que en todo caso la lógica induce a pensar lo contrario. Las playas con viento, como la gran mayoría de la provincia de Cádiz, son un buen lugar para pasear y disfrutar con mayor seguridad.

«Si se disemina el virus, hay menos riesgo de que las personas puedan inhalar la cantidad suficiente », apunta Simón, que incide en la carga viral. «Uno de los beneficios es ventilar las casas y las habitaciones, generar corrientes de aire. Hay que estudiarlo si es necesario y hacer un documento técnico que lo valore», refleja en rueda de prensa.

El epidemiólogo comenta que «las playas con una gran cantidad de viento lo que hacen es dispersar más la cantidad de virus . Hay algunos casos de transmisión con aerosoles, pero muy pocosn porque no es un mecanismo de transmisión habitual. Esas gotitas se difunden más fácilmente cuando hay viento, mientras que las gotitas más gruesas se quedan en las superficies. Pero no sé si tendrá un peso importante a la hora de hablar de riesgos en una playa».

En cuanto a las franjas horarias para disfrutar en la playas, «cada comunidad tiene sus especifidades. Hay un marco general de actuación en los cambios de fases, pero luego hay detalles específicos para cada detalle de cada zona y quienes mejores los conocen son los que viven allí.»

Ya se ha comentado además que tanto el agua del mar como de piscina son, «en principio, medios bastante hostiles», para este tipo de virus, según el virólogo Javier Cantón.

Los coronavirus tienen una envuelta, una membrana lipídica, y cuando entran en el agua salada, tienden a la plasmólisis, es decir, el agua que hay en el interior del virus tiende a salir fuera. Eso «podría inactivarlo».

En el caso de las piscinas la razón es el cloro que se añade al agua y que, «en principio, también sería efectivo para esto», señala Cantón. Sin embargo, el virólogo advierte de que sobre estos aspectos no ha encontrado estudios científicos específicos y es que «nunca había llegado la situación de que un coronavirus hubiera paralizado países enteros».

La opinión de Cantón sobre las piscinas va en línea de lo señalado por los Centros para el control y prevención de enfermedades de Estados Unidos , cuya web contiene consejos y recomendaciones para los ciudadanos ante la Covid-19.

El organismo estadounidense indica que «no hay evidencias que demuestren que la Covid-19 pueda propagarse entre los seres humanos a través del agua » y agrega que «un mantenimiento y una desinfección (con cloro y bromo) adecuada de las piscinas deberían resultar eficaz para combatir» la enfermedad.

Sin embargo, el virólogo advierte de que eso no quiere decir que piscinas o playas estén libres de riesgos, los cuales asocia con las aglomeraciones. « Me puedo imaginar el bar de una piscina o el chiringuito de una playa abarrotados de gente . Eso es un foco de infección muy grande -dice-, por eso harían falta medidas de distanciamiento social».

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