«Nuestros productos no son de primera necesidad, así que lo correcto es parar y donar nuestras mascarillas»

La empresa de salazones, conservas y ahumados Herpac fue de las primeras en sumarse a esta cadena de solidaridad que ha despertado el coronavirus. Apenas unos días después de decretarse el estado de alarma, los empresarios no dudaron en paralizar la fábrica y donar todo su material de protección a la sanidad andaluza.

Sin duda, un bonito gesto dentro de las malas noticias que está dejando esta pandemia. «No lo dudamos. Nuestros productos no son de primera necesidad, así que lo más correcto con la situación actual era paralizar la fábrica y donar nuestras mascarillas y demás material a los sanitarios», asegura el responsable del departamento de Calidad, Paco Rodríguez .

«Nosotros mismos cogimos todo el material y lo llevamos a las instalaciones de la plataforma logística del SAS en la provincia de Cádiz, situadas en la Zona Franca y allí dejamos todo lo que teníamos», asegura el profesional.

En concreto, la empresa barbateña depositó en las instalaciones de la sanidad andaluza 1.500 mascarillas de papel , 800 kits de protección individual, compuestos cada uno de batas, gorros y patucos, así como 5.000 guantes de nitrilo, que son los adecuados para el uso sanitario.

«Los equipos que utilizamos los sanitarios y empresas de alimentación como la nuestra son prácticamente los mismos porque prima la higiene por criterios de seguridad alimenticia. Por ello, hemos podido colaborar y minimizar así los efectos del coronavirus en los servicios sanitarios, que precisamente están demandando equipos de protección», ha apostillado el responsable de Herpac.

Esta fábrica barbateña de 60 trabajadores se ha visto obligada así a parar la producción. No obstante, sigue atendiendo pedidos a través de su plataforma online, donde aún tienen stock de sus productos.