RASTREADORES CORONAVIRUS EN CÁDIZ

Los militares buscan positivos en Cádiz

Los rastreadores de la Armada toman posiciones en San Fernando y Rota

Desde mediados de mes, la UME de Morón comenzó con las labores de rastreo LA VOZ

José Pedro Botella

La Armada ha anunciado que un total de 150 militares procedentes del Tercio de Armada (TEAR) de San Fernando y de la Base Naval de Rota estarán disponibles para formar parte de la denominada «Misión Baluarte» . Esta operación –coordinada entre el Ministerio de Defensa y la Junta de Andalucía, bajo el mando inicial de la Unidad Militar de Emergencias (UME)– consiste en la formación de personal militar para el posterior desempeño de labores de prevención y seguimiento del coronavirus ante la incidencia de la pandemia en Andalucía. Los rastreadores militares de la Armada en la provincia de Cádiz comenzarán a desarrollar sus funciones progresivamente desde el lunes 28 de septiembre. En estos momentos, la Armada se encuentra culminando las tareas de alistamiento aplicadas tanto al personal como a los locales desde los que se va a trabajar, encontrándose inmersos en la «fase organizativa» del operativo.

Un total de 360 militares rastreadores en Andalucía

Tal como informa Defensa, «Andalucía solicitó la colaboración de este personal tras el ofrecimiento del Ministerio de Defensa de aportar hasta 2.000 rastreadores a las comunidades autónomas para las labores de seguimiento y control de la propagación del Covid-19». La «Misión Baluarte» comenzó en Andalucía a mediados de septiembre bajo el mando de la UME en la Base Aérea de Morón de la Frontera (Sevilla). El objetivo marcado por la Junta es que se forme a un total de 360 militares procedentes de los ejércitos de Aire, Tierra y la mencionada Armada Española. La intención de la Armada es que este arranque se haga de forma escalonada, de manera que el personal se irá incorporando paulatinamente a las labores de rastreo a lo largo del mes de octubre. El objetivo inicial es que el contingente formado por militares de San Fernando y Rota esté compuesto por unas 30 personas, incrementándose –según las previsiones– hasta alcanzar la cifra deseada de 150 rastreadores correspondientes exclusivamente a la Armada . «A lo largo del mes de octubre es cuando –de ser necesario y mantenerse la petición de la Junta de Andalucía– se incorporarían la totalidad del personal disponible para estos menesteres», clarifican desde el Cuartel General de la Flota. Además, fuentes de la UME explican que la idea es que «el mando del operativo pase al Ejército de Tierra», del mismo modo informan que el propósito es que cada semana se incorporen 30 rastreadores a la «Misión Baluarte», hasta alcanzar los 360 requeridos por la Junta. Por otra parte, el Ejército de Tierra ha confirmado que no cuenta con militares realizando labores de rastreo en la Provincia de Cádiz, una posibilidad que pudo ser valorada ante el importante número de acuartelamientos de Tierra en San Fernando y en el Campo de Gibraltar.

Funciones de los rastreadores

Los denominados «rastreadores» militares se ocupan del seguimiento del avance de la pandemia mediante el control de brotes y de la detección de posibles positivos en Covid-19 partiendo de casos ya confirmados. Los rastreadores de la Armada «estarán encuadrados en cinco Secciones de Vigilancia Epidemiológica (SVE) de 30 rastreadores cada una, e integrada por dos pelotones (PVE) de 15 rastreadores, organizados para mantener turnos de trabajo de mañana y tarde. Cada SVE estará al mando de un jefe de sección, con dos jefes de pelotón y un oficial sanitario». El personal designado para formar parte de este contingente ha sido instruido mediante cursos online impartidos por la Junta de Andalucía y la UME . Además, la propia Unidad Militar de Emergencias ha facilitado formación específica a todos los Cuadros de Mando que van a intervenir.

No ha sido requerido que este contingente se encuentre formado por especialistas sanitarios militares puesto que, «pese a que la finalidad del trabajo tenga carácter sanitario, el desempeño del mismo depende más de contar con una adecuada formación para dominar las distintas aplicaciones, así como el propio protocolo marcado por la Junta, con independencia de la Especialidad o Unidad de origen», explican. En este sentido, la Armada añade que « la formación que han recibido, y que les capacita como rastreadores, s e compone de cinco módulos en los que se aporta información básica sobre la enfermedad ». Las localizaciones de este contingente se emplazarán, indistintamente, tanto en el Tercio de Armada (TEAR) de San Fernando como en la Base Naval de Rota y por último una SVE situada en la Base Naval de La Carraca. En esta última semana antes del comienzo de la operatividad de los rastreadores, se está trabajando en tareas logísticas para designar el reparto del personal, así como la ubicación precisa de las dependencias necesarias para ejercer las labores de prevención y seguimiento del coronavirus, «hay que dotar a las dependencias de sistemas informáticos y de comunicación suficientes e instalar las aplicaciones con las que se trabaja», explican.

Experiencia previa con la «Operación Balmis»

Días después de comenzar el sistema de rastreo militar en Andalucía, la ministra de Defensa, Margarita Robles , y el ministro de Sanidad, Salvador Illa , acudieron al Cuartel General de la Unidad Militar de Emergencias en Madrid con el fin de «conocer de primera mano la labor de rastreo que están realizando los militares» para evitar la expansión de la pandemia. En esta visita oficial, la UME destacó que «la formación online que han recibido les ha permitido profundizar en la enfermedad desde diversas perspectivas. Así, han adquirido conocimientos sobre cuadros clínicos, periodos de incubación e infectivo, factores de riesgo, mecanismos de transmisión, medidas de prevención, procedimiento para el rastreo de contacto y principios de actuación». En esta línea, comentan que estos conocimientos se añaden a su experiencia previa en las labores de «rastreo interno» entre los efectivos de la Unidad durante la «Operación Balmis» .

En este sentido, conviene recordar que la «Operación Balmis» consistió en acciones de limpieza que se realizaron en residencias, centros asistenciales, infraestructuras oficiales y de la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y de desinfección integral. El operativo se activó el 15 de marzo, un día después de declararse el Estado de Alarma y concluyó 14 semanas después. Durante ese periodo de tiempo, casi 1.200 infantes de Marina participaron en este despliegue , según los datos aportados por la delegada del Gobierno de España en Andalucía, Sandra García , quien aseguro que los militares tuvieron un papel fundamental para contribuir «a que la ciudadanía pudiera mantener la calma desde la seguridad de que se estaba haciendo todo lo posible para atenderles ». En total, y solo contabilizando las cifras del Tercio de Armada, los trabajos realizados supusieron «recorrer 184.730 kilómetros» y realizar « 490 actuaciones de desinfección y las 140 de apoyo a sanitarios y entidades sociales en 444 visitas» entre la totalidad de municipios que componen la provincia de Cádiz. En términos absolutos, el trabajo del conjunto de Las Fuerzas Armadas puede medirse en los 98 días de trabajo y las «20.000 intervenciones realizadas en 2.300 localidades» durante el período en el que estuvo activa la «Operación Balmis».

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