El hallazgo de un cadáver con un tiro en la cabeza en Chiclana, lleno de incógnitas

Compleja, muy compleja. Así se presenta la investigación que tendrán que realizar los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil para desentrañar un lúgubre caso que, de primeras, apunta hacia un violento crimen. De esos que hacía ya bastante tiempo que no se daban en la provincia de Cádiz.

Un cuerpo, hallado de repente, en medio de un paraje que quizá no tiene ninguna relación con los hechos, con un tiro en la cabeza, en un coche, que también ha sido quemado.

Se abre por tanto un gran abanico de hipótesis que tendrán que ser resueltas por los investigadores a pesar de que quien o quienes lo hicieron quisieron no dejar ningún rastro prendiendo fuego.

Así, de momento, la primera dificultad estará en identificar al fallecido . Según los poquísimos datos que han transcendido, es un hombre con rasgos magrebíes –no se ha podido averiguar nacionalidad– pero parte de su cuerpo apareció quemado así que poco más se ha podido avanzar sobre de quién se trata en la autopsia.

Por tanto, y según fuentes consultadas, se tendrá que optar por hacer un análisis de ADN al cuerpo . En este sentido, será también clave que esta persona pueda aparecer en los listados de cotejo, es decir, que sus referencias genéticas estuvieran ya referenciadas por otras investigaciones anteriores.

De momento y solo por los pocos datos que se tienen todo apunta a que se podría tratar de un ajuste de cuentas aunque todo ello tendrá que ser demostrado. El hecho de que el cadáver apareciera con un tiro en la cabeza y después intentaran posiblemente quemarlo para borrar cualquier prueba podría mantener esta teoría como una de las más probables, aunque, como decimos, todo es posible. El caso está abierto.