JEREZ
Santiago tira de raíces y cultura para alimentar un futuro de oportunidades para sus vecinos
Reale presenta los resultados de los talleres de teatro, pintura y bordado que se han impartido con el objetivo encauzar el talento de este enclave jerezano para permitir que los vecinos sean un motor para la recuperación del barrio
Sebastiana López, Luis Márquez y José Segura se convierten en instrumentos de transformación para el barrio
El telón de la Sala Compañía se levantó este jueves para acoger la representación 'El cuartito de hora', un entremés de los hermanos Álvarez Quintero, y el sainete 'La Real Gana', de Ramón Martín. Sobre las tablas del antiguo templo jesuita, los alumnos de Timba Timbero , una compañía amateur de teatro formada por vecinos del barrio de Santiago que han abrazado la oportunidad de salir de su día a día para sumergirse en un universo desconocido para muchos. Aunque talento y arte no les faltan, todos han tenido que superar nervios y cruzar las barreras personales. «Le hemos puesto ganas e ilusión», comentaban horas antes del gran estreno.
Sebastiana López Gandulla , un referente en el barrio de Santiago, ha sido la encargada de dirigir este taller de teatro que se enmarca dentro del proyecto de actividades formativas que ha impulsado la Fundación Reale con la colaboración de la plataforma Jerez por Santiago , con el objetivo de promover y poner en valor la cultura y el patrimonio jerezanos .
El resultado del convenio marco firmado por ambas instituciones en el mes de abril puede verse en la Sala Compañía donde se ha realizado el estreno de las obras de teatro y donde se han montado dos exposiciones, --una de pintura y otra de bordado de realce--, con trabajos de los 38 alumnos participantes estos talleres cuya matrícula ha sido gratuita .
Segundas oportunidades
«Se lo han tomado muy en serio y es increíble que en tan poco tiempo y ensayando con todas las dificultades añadidas de la pandemia hayan logrado sacar dos obras adelante». Sebastiana López es una luchadora, un ejemplo de superación y de que las segundas oportunidades existen. Estuvo en prisión varios años pero allí descubrió el teatro y su vida dio un giro. Una historia dura pero real y que demuestra que la cultura puede salvar vidas.
El taller de pintura, por su parte, lo ha impartido Luis Márquez Carrasco. Durante tres meses el hijo del pintor y compositor Juan Grande ha transmitido su amor por los pinceles a 13 jóvenes del barrio de Santiago que, clase tras clase, se han ido empapando de su sensibilidad y de su especial forma de concebir el arte para comprobar que en la pintura también hay oportunidades.
Por último, el taller de bordado de realce, que se ha desarrollado de septiembre a diciembre, lo ha llevado a cabo José Segura Núñez. «Este es un círculo muy cerrado porque la mayoría de la obra está relacionada con las cofradías pero como hay pocos profesionales hay demanda».
«Ha sido un proyecto de colaboración a varias bandas y con unos resultados extraordinarios por lo que el Patronato de la Fundación ha decidido que se le va a dar continuidad», indica Pilar Suárez-Inclán , directora de comunicación de Reale Seguros. «Creemos que las acciones se consolidan a medio y largo plazo y por eso está aprobada la renovación del proyecto. Es un placer comprobar que la cultura sirve para unir personas y para crear esperanza de trabajo y de futuro» .
La iniciativa llevada a cabo en Jerez ha conseguido generar empleo, facilitar la cohesión entre los participantes y fomentar la identidad de grupo . Desde jóvenes que apenas rozan los 20 años, hasta adultos que superan los 50, el abanico de personas involucradas en el proyecto ha sido muy amplio pero las ganas de aprender y el talento han sido un binomio de éxito para están impulsando el renacer de este barrio. La iniciativa de Reale ha contribuido a que los participantes redescubran la importancia de la cultura , refuercen el sentido de pertenencia a una misma comunidad y se generen empleo.
